Las pérdidas causadas por patógenos y el suministro de plantas potencialmente infectadas por hongos y oomicetos supone un gasto extra para los viveros. Pero también significa un gasto añadido a los productores, ya que deben de sustituir esas plantas enfermas, con el consiguiente trabajo y pérdida de producción. Aqua-Fong representa una alianza entre los productores agrícolas de la Comunitat Valenciana y sus principales agentes de I+D+i. Esta alianza busca ofrecer una solución alternativa para el tratamiento de enfermedades causadas por hongos y oomicetos más sostenible y sin productos fitosanitarios convencionales.
El proyecto está liderado por la Universidad de Valencia, formando parte del consorcio la Universitat Politècnica de València y La Unió Llauradora. Los ensayos se están realizando en Viveros Francés (Viña en Fontanar dels Alforins) y Viveros Cucala (Hortalizas en Benigànim), mientras que la tecnología la está suministrando la empresa Aquactiva Solutions.
La tecnología para ensayar es el “agua electrolizada”, que se basa en el principio de la electrólisis de membrana y permite producir in situ un biocida únicamente a partir de elementos renovables: agua, sal y electricidad.
"El proyecto finalizará en un par de meses, aunque a día de hoy ya podemos anunciar algunos de los más importantes resultados".
"En primer lugar, se estudió el efecto del agua electrolizada a 50 y 500 ppm sobre el crecimiento miceliar de hongos y oomicetos pertenecientes a los géneros Alternaria, Botrytis, Colletotrichum, Fusarium y Pythium y sobre la germinación de esporas de hongos de los géneros Alternaria, Botrytis, Colletotrichum y Fusarium. En general, se observó que el producto a 500 ppm es muy efectivo contra la germinación de esporas en tiempos cortos de exposición de como máximo 1 minuto".
"Posteriormente, se realizaron ensayos de tratamientos preventivos y curativos con los productos basados en agua electrolizada para el control de Alternaria solani y Alternaria brassicicola en plántulas de tomate y brócoli, respectivamente. Los ensayos mostraron muy buenos resultados en el control de ambos patógenos con los tratamientos curativos".
"Además, se estudió el posible efecto negativo que pudiera tener el uso del agua electrolizada sobre las plantas. En este caso, se aplicó sobre plantas de tomate y de brócoli. Para las plantas de tomate se estableció el límite de fitotoxicidad en 150 ppm, en cuanto a las plantas de brócoli el límite de fitotoxicidad en las plantas se estableció en 100 ppm. Estos resultados son muy favorables ya que a menor concentración de cloro se produce una muy buena desinfección de los hongos".
"Los buenos resultados de este nuevo desinfectante, junto con el bajo coste de adquisición, lo convierten en una buena apuesta para los viveristas de la Comunitat Valenciana, así como seguramente una mejora importante en las plántulas adquiridas en nuestros viveros por nuestros agricultores", concluyen desde La UNIÓ.
Fuente: launio.org