Las mujeres trabajadoras de Ecuador, el líder mundial en producción y exportación de banano, se están empoderando gracias a programas de formación orientados a garantizar sus derechos y progresar en el sector. Las numerosas acreditaciones y normas internacionales que los productores deben respetar no son meros certificados colgados en una pared, sino que son catalizadores para impulsar un cambio positivo con una repercusión real en la mano de obra y en las comunidades que la rodean, y que las mujeres perciben profundamente.
Anabel Vera, Betty Zambrano y Susana Ortega con Paola Cabrera Romero (derecha), todas de Jasafrut.
La oficina corporativa de la exportadora de banano Jasafrut y su fundación Equapak, ubicadas en El Guabo, El Oro, en Ecuador, propiedad de Jorge Álex Serrano, recibió recientemente la visita de la XX Convención Banana Time 2023 de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
Serrano, junto con su equipo formado por Paola Cabrera Romero y Guillermo Mauro Pazmino, abrieron las puertas de su empresa. El objetivo era oír y ver de primera mano más información sobre los efectos que la aplicación de las normas internacionales han tenido sobre las vidas de los trabajadores bananeros. "Debo admitir que los requisitos de las agencias de acreditación nos han empujado a aumentar nuestra responsabilidad social. Es algo bueno que podamos empoderar a las mujeres, facilitar formación, atención sanitaria e incluso atención sicológica", explica Serrano.
"Lo primero que le preguntamos a cualquier productor que quiere trabajar con nosotros es si cumple algunas de las normas globales mínimas. En caso negativo, lo rechazamos, no nos interesa trabajar con gente que no aplica ni siquiera los básicos necesarios. También educamos a los hombres que trabajan en las fincas sobre que las mujeres son iguales que pueden hacer cualquier trabajo incluso mejor y que merecen respeto", asevera Jorge.
Tres trabajadoras cuyas voces no suelen llegar más allá de las puertas de las fincas afirman que se han beneficiado enormemente de la formación y de otros programas ofrecidos en el sector bananero. Al igual que en tantos otros países de todo el mundo, las mujeres se topan con una sociedad eminentemente patriarcal donde reciben menor sueldo por el mismo trabajo y disfrutan de menos prestaciones, y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos.
Anabel Vera, Betty Zambrano y Susana Ortega describen lo que ha conseguido el extenso trabajo de Serrano, dirigido por Paola Cabrera y su equipo: "Como mujeres trabajadoras, ahora se nos trata igual y cobramos el mismo sueldo, tenemos igualdad de derechos, etc. Es mejor trabajar para Jasafrut, incluso cosas sencillas como tener jabón y papel higiénico en los baños ahora las tenemos. En otros lugares donde hemos trabajado no facilitan estos productos básicos".
Cabrera y Jorge dicen que, a raíz del extenso trabajo con los empleados en todas sus fincas, han descubierto una necesidad todavía mayor de asistencia psicológica. Muchos trabajadores necesitan este tipo de asistencia tras años de trauma vivido en la vida. Vera, Zambrano y Ortega lo subrayan como la ventaja más destacada y una ayuda adicional a la que pueden recurrir cuando la necesitan. "Para mí ha sido muy positivo. Trabajaba mientras estaba embarazada, mi hija nació con problemas y necesitamos acompañamiento psicológico para sobreponernos", expresa Zambrano.
Por su parte, Vera señala: "Cuando mi hijo tenía 12 años y era rebelde, me ayudó mucho como madre y trabajadora contar con esta ayuda. El psicólogo me ayudó verdaderamente a comprender cómo lidiar con ello y apoyar a mi hijo".
"Hace unos cuatro años, mi madre tuvo un accidente de tráfico y entró en depresión. El psicólogo habló con mi madre y le explicó que no era una carga para la familia", añade Ortega.
"Quiero seguir trabajando y creciendo en diferentes puestos. Antes decía que no cuando un encargado preguntaba, decía que primero tenía que aprender a hacerlo. Solo había trabajado en una cosa antes, pero ahora, con el respaldo y la formación, he tenido varios cambios de puesto", explica Vera.
"Un ejemplo de lo que nos ha enseñado este programa son nuestros derechos y nuestra igualdad como mujeres, que disfrutamos en esta empresa, y ha sido una buena experiencia. Pedí la baja debido a mi embarazo pero decidí regresar. Lo importante para mí es el empoderamiento, que las mujeres somos capaces de hacer este trabajo y que contamos con apoyo. Mi objetivo futuro es comprar mi propia finca", concluye Zambrano.
Estas historias demuestran por qué los productores bananeros de Latinoamérica fomentan con tanta fuerza la responsabilidad compartida y la mejora de los precios, a fin de proporcionarles a los trabajadores del sector bananero mejores condiciones laborales y de vida.
Para más información:
Paola Cabrera Romero
Jasafruit
Tel.: +593 7-295-0469 Ext: 115
Email: [email protected]
www.equapak.com.ec