"Nadie quiere minimizar los problemas medioambientales y todas las estrategias encaminadas a contener la contaminación y el cambio climático, pero es necesario tomar decisiones compartidas, razonadas, planificadas y basadas en la realidad de un sector, en este caso el sector hortofrutícola". Así se expresa Claudio Gamberini sobre la propuesta de Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases que será votada el 22 de noviembre por el Parlamento Europeo y el 18 de diciembre por el Consejo Europeo.
Claudio Gamberini.
El italiano Gamberini es un experto en el sector hortofrutícola con una larga experiencia como comprador en el sector retail y actualmente como consultor de empresas. "Hoy en día, el 50% de las frutas y hortalizas se envasan, y pensar en eliminar el embalaje tendría consecuencias graves. En primer lugar, aumentaría el desperdicio de alimentos porque las frutas y hortalizas, incluso las que no son demasiado delicadas, se deterioran rápidamente cuando están a merced de la manipulación en los mostradores de venta".
En segundo lugar, añade Gamberini, "perderíamos las líneas premium de los productos ready to eat, que necesariamente deben protegerse. O pensemos en los kakis, otra fruta delicada".
"Y si pienso también en los puntos de venta", continúa Gamberini, "los costes aumentarían, porque se necesitaría más personal para gestionar todos los artículos a granel, para controlar constantemente su calidad. Todo esto significa una sola cosa: los costes se trasladan a los consumidores, con un incremento del precio por kilo en una fase histórica en la que el consumo está disminuyendo debido a la inflación y la disminución del poder adquisitivo".
No hay que olvidar que si se eliminaran los envases pequeños, principalmente las bandejas de plástico, se estaría perjudicando a todo un sector que emplea a decenas de miles de trabajadores.
"Para proteger todo el sector hortofrutícola, realmente espero que reconsideremos la cuestión y que esta prohibición se elimine tanto en el Parlamento como en el Consejo Europeo. El camino correcto es seguir trabajando en la sostenibilidad de los envases para preservar el medio ambiente con los operadores del sector y no con una regulación impuesta desde arriba", concluye Gamberini.
