Las ventas de clementina con hoja avanzan a ritmo incesante y con una demanda que en muchos casos supera la oferta, a pesar de que, generalmente, predominan los calibres grandes.
"La demanda de clementina ha estado desbordada desde su inicio. Desde que empezó la campaña, la demanda se ha incrementado día a día, habiendo alcanzado con la Clemenules el punto máximo. Nuestra producción no ha alcanzado para hacer frente a los pedidos de nuestros asentadores", manifiesta Jesús Cucala, director de ventas de Campal. "En la actualidad, con la llegada de la Clemenules, esperamos poder acercarnos más a lo que nos están pidiendo", añade.
"Esperamos que cuando lleguen las variedades tardías, los pedidos disminuyan un poco frente a los actuales. Sin embargo estamos convencidos de que serán superiores a los de la campaña pasada, tanto en cantidad de kilos como en importe", añade respecto a la segunda parte de campaña.
La empresa con sede en Torreblanca, Castellón, tiene previsto superar las 10.000 toneladas de comercialización de clementinas y mandarinas, que solamente envasan con hoja. "Toda la clementina que comercializamos es con hoja. Hemos optado por trabajarla de esta forma para que nuestros clientes reciban una fruta lo más fresca posible", señala Jesús Cucala.
De acuerdo con el director de ventas de esta firma, las clementinas están presentando una calidad muy satisfactoria. "Recientemente, hemos empezado a trabajar con la variedad Clemenules, que esta temporada tiene una calidad extraordinaria, gracias a que hasta el presente, la climatología nos ha sido muy favorable en comparación con otras zonas que han sufrido con el granizo".
Por esta razón, la disminución generalizada del calibre no parece ser un gran problema. "Desde el arranque de la recolección de clementinas esta temporada, hemos comprobado que los calibres están siendo algo más pequeños de lo que el mercado solicita. Aun así, los mercados tienden a conformarse con los tamaños que les mandamos, ya que una pequeña variación en los mismos se compensa con el buen trabajo y la buena calidad de nuestro producto. No obstante, estamos deseosos de que lleguen variedades de mayor calibre, como la Leanri, una excelente variedad tanto en tamaño como en sabor".
"Lo que más nos diferencia respecto a los grandes grupos es la cercanía con los productores"
Campal vende exclusivamente a mercados mayoristas europeos, principalmente en Francia, Bélgica, Alemania, así como Canadá. En este negocio marquista, la firma no ha notado ningún efecto o influencia de las formaciones de grandes grupos de venta en el sector de los cítricos en los últimos años:
"No hemos experimentado cambio alguno. Continuamos con la misma forma de trabajo que teníamos, tenemos los mismos clientes y nuestros productores son los de siempre. Creo que lo que más nos diferencia respecto a estos grandes grupos es la cercanía. Nosotros estamos al lado de nuestros productores, trabajamos codo con codo con ellos, apoyándoles en el proceso de plantar y cultivar sus árboles. Ellos son muy conscientes de que la razón principal de la empresa son ellos, con su dedicación y trabajo, y que sin ellos, la empresa no tendría razón de ser", sostiene Jesús Cucala.
"Nuestro reto principal es conseguir hacer llegar a todos los mercados con los que trabajamos una fruta lo más fresca posible y para ello necesitamos a nuestros agricultores. Ellos son los que hacen que la fruta que recolectamos sea de la mejor calidad. Invierten su tiempo y su dinero en conseguirlo y la empresa tiene que obtener el máximo precio posible para pagarles por la fruta que cultivan. Si ellos producen calidad, para nosotros es más fácil conseguir buenos resultados. Estos buenos resultados son los que les proporcionarán a ellos beneficios que reinvertirán en la producción del año siguiente. Mientras nuestros agricultores produzcan buena calidad, Campal no les defraudará", concluye.
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Jesús Cucala
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