Circula en internet un consejo que sugiere que frotar una rodaja de pepino en la bisagra ruidosa de una puerta puede silenciarla. Este ruido suele deberse al polvo o a la falta de lubricación. La teoría sugiere que el jugo de pepino lubrica la bisagra, pero los pepinos son en su mayoría agua y no ofrecen una lubricación duradera.
Si bien el aceite de pepino es hidratante, proviene de las semillas y no está presente en la pulpa o la piel. Para las bisagras chirriantes, el spray de silicona o la limpieza y lubricación con WD-40 o grasa de litio son soluciones más efectivas. La vaselina es una alternativa sin químicos, pero su efectividad varía. Los pepinos no son una solución fiable para este problema.