La segunda parte de campaña de mandarina está ya arrancando con la entrada de Clemenvilla y la recolección de las primeras Tango y Nadorcott y tanto a nivel productivo como comercial, se presentan circunstancias muy diferentes a las del año pasado. La demanda se ha disparado con la llegada del frío y el aumento de los contagios de gripe en las últimas dos semanas, pero la disponibilidad de fruta será superior a partir de ahora.
“En el primer tramo de la campaña, nos hemos encontrado con más Oronules y Clemenules de lo que esperábamos, lo cual ha provocado un desajuste en el calendario de comercialización, con un retraso evidente en el cambio de unas variedades a otras. Es por eso que la comercialización de Clemenvilla y Tango ha empezado más tarde”, explica José Ramón Mechó, Director Comercial de Agribur, especialista en clementinas y mandarinas con hoja.
De acuerdo con el productor y exportador, mientras que el clima ha sido generalmente beneficioso para variedades como la Clemenules, está provocando más complicaciones en la variedad Clemenvilla, que está presentando un abundante destrío, con patologías como la ‘clareta’. No obstante, las plagas están más controladas este año en general.
“Los precios de las clementinas han sido generalmente altos en la primera parte de la temporada, ya que se han pagado precios muy elevados en campo, aunque en una coyuntura de inflación, que afecta al bolsillo de los consumidores, está habiendo cada vez más presión a la baja a medida que nos adentramos en la segunda parte de la campaña. La menor producción de naranja hizo que se disparasen sus precios y cayese la demanda. Es una campaña más complicada que la anterior y en la que, en general, ya ha descendido el volumen de negocio un 30%”, indica Mechó.
“Se espera una producción de Tango, Nadorcott y Orri más bastante más elevada que el año pasado, con predominancia de calibres medianos y, mientras que en la campaña pasada las ventas fluyeron con precios alcistas, este año ya se da la situación de que la oferta está por encima de la demanda y dudo mucho que sea una campaña fácil”, avisa el productor y exportador.
“De hecho, los precios de inicio ya son inferiores respecto a los del año pasado. La cosecha prevista está provocando que la compra-venta se haya ralentizado y que se frene la especulación que hubo a principios de temporada. Esta es una campaña para realizar las compras en campo a no más de dos semanas vista, según vaya desarrollándose el mercado”, añade.
Ubicada en La Vall d’Uixó, Castellón, Agribur cuenta con dos centrales de envasado: Agribur en la que se trabajan exclusivamente clementinas y mandarinas con hoja, y su empresa hermana Storemech, donde se manipula y confecciona naranja y mandarinas sin hoja. La compañía, que recientemente invirtió en ampliar la capacidad de producción en su principal central, está experimentando un crecimiento continuado, ya que en los últimos 4 años han aumentado el doble su facturación, alcanzando los 40 millones de euros.
“Estimamos trabajar un volumen de 30 millones de kilos este año, aunque ya tenemos capacidad para manejar el doble de producción”, afirma su director comercial. “Nuestro objetivo es seguir ampliando la producción propia para poder controlar de forma vertical todo el proceso y planificar mejor la comercialización, lo que nos dará cada vez más, una posición de mayor ventaja”, concluye.
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José R. Mechó
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