El agua siempre ha sido un bien preciado en Andalucía, pero nunca tanto como en estos momentos de escasez en los que su falta está “asfixiando a los agricultores”, señala el productor de tropicales de La Herradura, Almuñécar, Francisco García. “Dando un paseo por la zona donde cultivo mis árboles, se puede ver que los aguacates en general de todas las fincas están quemados. Muchos agricultores directamente los han abandonado porque no podían hacer ya más, al igual que lo que yo estoy viéndome obligado a hacer”, comparte. “Para hacerse una idea de la situación, de un bancal en el cual debía haber cosechado 2.600 kilos, solo he conseguido 360 con calibres muy bajos; he llegado a cosechar aguacates con un tamaño que duplicaba al de una uva, por lo que el precio al que los liquidaré en la cooperativa también será muy bajo”.
“Hay que tener en cuenta que la mayoría de los productores de aguacates en Granada y Málaga somos pequeños agricultores que conseguimos sacar un sueldo de nuestro trabajo, y este será un año de sufrimiento para todos. En estos dos últimos años me he gastado los ahorros que tenía de una vida trabajando en el campo, y veo que he llegado a un punto en el que, como otros productores, ya voy a tener que tirar la toalla”.
“Aunque mi situación no es de las peores, porque hay gente, jóvenes y mayores, que tienen préstamos que pidieron para montar sus fincas y, sin ingresos, están teniendo un problema muy serio”.
Granada, de hecho, ya fue el año pasado la provincia que, en cuanto a tropicales, vivió la cara más amarga de la sequía. Solo en aguacates, pasó de las 28.227 toneladas registradas en la temporada 2021/22 a poco más de 17.200, de acuerdo con datos compartidos por la Junta de Andalucía, lo que supone una reducción de la producción de un 38,8%. “Y, si no cambia la situación, detrás vendrá el mango, porque aunque aguante más la falta de agua al ser una planta de origen desértico, no ha llovido lo suficiente como para compensar los niveles de sales que tiene la tierra, y los árboles se están quemando como ya les ha pasado a los aguacateros”, indica Francisco.
“En Marruecos ya van a empezar a construir una nueva desaladora, la más grande de África, con tecnología española”
Esta semana, finalmente, se pronostica que el cielo dé una tregua y llueva en toda Andalucía. Algo muy necesario en este momento, tanto como que las infraestructuras que el sector lleva solicitando desde hace tantos años ya se hubieran realizado. “En Marruecos ya van a empezar a construir una nueva desaladora, la más grande de África, con tecnología española, y aquí todavía estamos hablando de desglosados que estarán terminados como mucho en el 2030, mientras tenemos todo un mar delante de nosotros y no se plantea qué sistema de desalación podría ponerse”.
“Lo que sí están fomentando es el uso de las aguas regeneradas, pero son tan altas en cloruros y sodios que no son aptas para el riego”, recuerda Francisco García. “El agua más buena que puedo sacar de pozo en esta zona, estando ya salinizada, tiene unos niveles de cloruro de 260, y las aguas regeneradas vienen con niveles superiores a 300. Y aparte de la calidad, hay que pensar qué cantidad de agua supone un terciario comparada con la que necesita la agricultura”.
“Eso sí, mientras los gobiernos locales, regionales y nacionales se gastan una millonada en pagar cargos de responsables, departamentos técnicos y departamentos de investigación sin que se consigan hacer propuestas con tiempo, en enero está prevista una reunión extraordinaria en la comunidad de regantes a la que pertenezco en la que se propondrá otorgar el usufructo sobre el aprovechamiento del agua de la titularidad de la comunidad a una gran empresa española privada que ayudará a que disminuya su precio”.
“Todo esto me hace preguntarme muchas cosas. Una de ellas es, viendo la situación, quién está detrás de todos los montes y las tierras en los que están metiendo hectáreas y hectáreas de abancalados para futuras plantaciones, y si están declaradas como regadío o tienen agua para su puesta en funcionamiento”.
“Otra es por qué nadie ha sido capaz de defender al sector agrícola, pues la situación en la que nos encontramos así lo evidencia”.
