El sector citrícola de Castellón enfrenta múltiples desafíos, incluyendo la disminución de la producción debido al cambio climático, bajos márgenes comerciales, una reducción en el consumo en Europa y la presión de terceros países con precios más bajos. A lo largo de cinco años, el sector ha experimentado una pérdida significativa, con la desaparición de 23 empresas y cooperativas, así como la eliminación de 6.581 empleos, según datos de la Asociación de Exportadores de Castelló.
En la actual campaña, Castellón cuenta con 65 negocios, lo que representa una disminución de 5 empresas en comparación con la campaña anterior; en comparación con 2015, la reducción es del 30%, ya que había 88 firmas en ese momento. La situación es especialmente crítica en cooperativas, donde la cifra casi se ha reducido a la mitad en un lustro.
En términos de empleo, el sector ha pasado de 18.701 personas en 2015 a 12.120 en la actualidad, abarcando trabajadores de almacén, recolectores, administrativos y técnicos. Los empleos en almacén se redujeron de 8.780 a 4.900, y los de recolectores de 9.200 a 6.500. En comparación con la campaña anterior, se han destruido 1.730 puestos de trabajo, representando una disminución del 12%.
Durante 2023, recordemos, se produjo el cierre de cooperativas destacadas en la provincia, como Cítrics de Nules y la planta de Greenmed en Almassora, unos cierres que afectaron a más de mil trabajadores.
Pero no solo disminuyen los trabajadores, sino también las hectáreas dedicadas al cultivo de cítricos, contabilizándose la pérdida de 7.914 hectáreas desde 2015 debido a los escasos beneficios que comporta la actividad y que impiden, a su vez, la llegada de nuevos productores.
En este aspecto, las asociaciones de agricultores reclaman un refuerzo de la promoción y ayudas para renovar los campos.
Fuente: castellonplaza.com