"El ejercicio 2023 nos fue muy bien. Pudimos aumentar nuestras ventas aproximadamente un 10 por ciento en comparación con el año anterior", dice Mehmet Akpolat, director general de GSM Import-Export, en Fruchthof Berlin. "Algunos dicen que las mayores ventas pueden deberse al alto nivel de precios. En cualquier caso, vemos un aumento general a pesar de lo difícil que fue el año. Porque durante los años del coronavirus básicamente podíamos vender mercancía sin parar, lo que no ha sido el caso desde 2023. Sin embargo, pudimos registrar ventas elevadas de artículos de temporada como fresas y cerezas, pero también de sandías".
Mehmet Akpolat.
Lo que actualmente tiene especial demanda son las mandarinas Orri de Israel. "Casi todos los comerciantes tienen este producto en su surtido. Las ventas van bien y son bien recibidas por los clientes. El nivel de precios es casi el mismo para todos. Además, la temporada de Orri ha empezado relativamente pronto. Por otro lado, ofrecemos clementinas Nadorcott de España, que poco a poco van llegando a su fin. También ofrecemos clementinas Murcott de Turquía, cuya calidad es muy buena. Sin embargo, el factor de venta decisivo sigue siendo el precio. En noviembre/diciembre empezó la temporada de cítricos turcos con las Satsuma de la zona de Esmirna; ahora también recibimos clementinas de esa zona. Asimismo, llegan más entregas de la zona de Mersin o Antalya".
No ha habido problemas con el transporte. "Sin embargo, los elevados costes de envío repercuten de forma significativa en las mercancías procedentes de Turquía. A veces hemos tenido que pagar 6.000 euros por el transporte en camión, con el despacho de aduanas y los costes asociados. Si se trata de mercancías ligeras, el precio aumenta unos 0,40 €/kg según la mercancía; para las pesadas, unos 0,30 €/kg. En comparación con el año anterior, los cítricos procedentes de Turquía son, por tanto, más caros. Pero también hay un aumento general de los precios en Turquía, que se debe entre otras cosas al aumento de los costes laborales". La demanda de clementinas siempre es fuerte en invierno, sobre todo porque la selección de fruta en Alemania también es relativamente pequeña. "Las preferencias no cambian mucho. La gente suele volver a lo que está acostumbrada".
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Mehmet Akpolat
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