Durante la Semana Santa, las precipitaciones en España excedieron los 100 litros por metro cuadrado en vastas áreas del sur, centro, Galicia y Pirineos, lo que supone más del triple de lo habitual para la época en casi todo el territorio nacional. No obstante, el extremo oriental peninsular, el Cantábrico y el sur de Canarias fueron la excepción a este fenómeno. En concreto, la cuenca del Guadalquivir experimentó un notable incremento, pasando del 30% al 42,9% de su capacidad, según el Ministerio para la Transición Ecológica.
Las cuencas de Cataluña, Segura, Mediterránea Andaluza y Guadalete-Barbate, aunque aún deficitarias, han visto mejoras recientes. Las lluvias han contribuido a aumentar los niveles de agua, especialmente en cuencas cercanas a su límite de capacidad como el Cantábrico Oriental, País Vasco, Galicia Costa y el Miño-Sil. Los grandes ríos peninsulares, incluyendo el Duero, Tajo y Ebro, también han registrado incrementos en sus volúmenes de agua acumulada.
Actualmente, los 35.375 hectómetros cúbicos de agua embalsada en España se aproximan a la media de la década para esta época del año, que es de 35.526 hectómetros cúbicos. Comparativamente, el año pasado la reserva era de 28.886 hectómetros cúbicos. Por comunidades, Navarra destaca con un 95% de su capacidad de agua embalsada, mientras que Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana presentan los niveles más bajos.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indica que en marzo se recogieron alrededor de 120 litros por metro cuadrado, ayudando a que las cuencas del oeste peninsular salieran de la sequía meteorológica. Aunque las precipitaciones han aliviado la sequía en varias cuencas este año, la escasez de lluvias de larga duración persiste en buena parte de España. Las diferencias geográficas en las precipitaciones son notables, con el oeste y centro peninsular superando el 150% de lo normal, mientras que zonas de levante y algunos archipiélagos se mantienen por debajo del 50% de lo habitual.
Fuente: efeagro.com