El diputado laborista Steve Reed ha condenado a las compañías de agua por los vertidos de aguas residuales que causan el crecimiento de tomates en las playas británicas por las semillas de estas hortalizas presentes en los desechos humanos vertidos en las vías fluviales. Reed ha pedido responsabilidades penales para los responsables de los vertidos ilegales de aguas residuales. Las fuertes lluvias han agravado el problema; en 2023, los vertidos de aguas residuales en Inglaterra se duplicaron hasta superar los más de 3,6 millones de horas. Los vertidos, dañinos para el turismo y para la salud pública, han provocado un aumento en el inesperado crecimiento de plantas de tomate en las playas.