Las mandarinas tardías, en concreto las variedades W. Murcott y Tango, han mostrado una maduración excepcional este año en Perú, gracias a las condiciones climáticas favorables, según informó Juan Antonio Sono Fernández, gerente de planta en Fundo Los Paltos, ubicado en Áncash. "Después de una ola de calor intensa, el frío repentino ha acelerado el cambio de color de los frutos, volviéndolos de un rojo intenso ideal para el mercado Norteamericano y beneficiando a los productores con mejores rendimientos", explicó.
No obstante, Sono Fernández advirtió sobre desafíos poscosecha asociados a esta maduración rápida, que podrían afectar la campaña si no se abordan adecuadamente. Entre los problemas mencionados se encuentran el colapso de corteza, la hipersensibilidad en la piel que resulta en manchado por fricción, y la presencia de Cladosporium, un hongo que puede afectar seriamente la industria.
"Por otro lado, la hipersensibilidad en la piel puede surgir desde la cosecha y necesita ser controlada hasta después del enfriamiento. Además, Cladosporium puede desarrollarse en condiciones ambientales específicas, comprometiendo aún más la calidad postcosecha", concluyó.
Fuente: agraria.pe