La temporada de mango ecológico en Burkina Faso, el mayor origen de África occidental en términos de superficie y volumen —al menos hace unos años, a la espera de datos actualizados sobre un mercado en rápida evolución—, comenzó a principios de este año, coincidiendo con la ventana comercial que ofrece el mes de Ramadán. Bovey Yohann, director de Burnikanture, comparte sus impresiones sobre la temporada y la industria del mango en Burkina Faso y África occidental.
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El exportador explica: "La temporada empezó muy pronto este año, hacia finales de febrero, con la variedad Amélie. Decidimos iniciar nuestros programas coincidiendo con el periodo del Ramadán para aprovechar una ventana de fuerte demanda en Marruecos, nuestro principal destino. No era una estrategia exenta de riesgos, ya que podía ocurrir que la fruta no estuviera lo suficientemente madura o que no hubiera suficientes frutos de los que abastecerse. Afortunadamente, pudimos evitar estos problemas".
Las condiciones meteorológicas de Burkina Faso han sido en general favorables para los productores de mango ecológico, aunque la situación podría haber sido mejor, según Yohann. "Las condiciones meteorológicas han cambiado mucho. La temporada de lluvias ha sido más corta pero más intensa. Los mangos necesitan estrés por sequía durante la inducción floral, pero necesitan periodos lluviosos durante el desarrollo del fruto. Este año ha habido una clara diferenciación entre la estación invernal y la lluviosa. Habría sido más interesante que las lluvias se hubieran repartido mejor en el tiempo, pero en general estamos bastante bien en términos de rendimiento y calidad de la fruta", detalla Yohann.
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La temporada ha comenzado con parámetros de producción estables, añade el exportador. "Las estadísticas nacionales compartidas por las asociaciones profesionales no indican ningún aumento importante de la superficie de mango biológico. El paisaje de producción se compone esencialmente de huertos tradicionales cuya superficie no está cambiando. Hay lugares con huertos recientes, con un modelo de producción intensiva, pero no representan una gran superficie".
Una superficie estable no significa necesariamente volúmenes estables, aclara Yohann. "Aún es pronto, y debemos ser prudentes en cuanto a las cifras de producción. El índice de floración no es el parámetro más decisivo, ya que el éxito de la floración no conlleva necesariamente el pleno desarrollo del fruto, y la diversidad de variedades implica comportamientos diferentes. El panorama no se aclarará hasta que se cosechen las próximas variedades, pero puedo decir que para Amélie, la variedad más temprana, los volúmenes son estables".
En el frente de la demanda, las cosas se complican, y una combinación de diferentes razones está contribuyendo a una tendencia a la baja en la demanda de mangos ecológicos frescos de Burkina Faso. El exportador afirma: "Antes, teníamos una fuerte demanda de los Países Bajos y Francia. Pero entretanto han cambiado muchas cosas. La oferta mundial se ha disparado, lo que ha frenado el interés por los mangos de África occidental. Nuestra temporada es corta, mientras que los orígenes latinoamericanos tienen la ventaja de una temporada más larga. También existe una fuerte competencia entre los orígenes de África occidental, con una carrera por la producción. Aquí, orígenes como Senegal y Costa de Marfil tienen la ventaja del acceso al mar, que reduce sus costes de transporte. En el caso de países sin salida al mar, como Burkina Faso y Malí, los costes de transporte hacen subir el precio de nuestros mangos".
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"Además, el comercio es cada vez más complicado y perjudicial para los productores", prosigue Yohann. "Tengo que decir que hay menos honradez, una carrera por el beneficio e inventiva para rebajar los precios de los cultivadores. Por ejemplo, los compradores europeos nos dicen ahora descaradamente que solo necesitan nuestros mangos para llenar un hueco en sus calendarios, y nos dictan los precios antes incluso de pedirnos información sobre las especificaciones de nuestros productos. Estos precios están, por supuesto, por debajo de lo que podemos permitirnos, y preferimos recurrir a la transformación del mango o a mercados como el marroquí. Para ser justos, tengo que añadir que los compradores europeos afirman que hay un descenso en la calidad de los mangos burkineses, pero no estoy seguro de que sea cierto. En cualquier caso, la calidad está mejorando mucho últimamente, pues el nuevo gobierno de Burkina Faso está tomando cartas en el asunto".
El mercado marroquí ofrece capacidad para absorber grandes volúmenes de mangos en condiciones atractivas. El exportador añade: "Los importadores marroquíes tienen una manera de proceder más directa y honesta. Toman los volúmenes que necesitan y los pagan, sin más. Es una forma más directa de hacer negocios, con mejores condiciones de pago y sin prisas por bajar los precios por razones inventadas. También hay un auge del mango en el mercado marroquí, donde los consumidores aprecian los zumos naturales exprimidos. Sin embargo, esta demanda está acotada en el tiempo, siendo el periodo del Ramadán la mejor ventana comercial".
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La situación podría mejorar en un futuro próximo, ya que los mangos ecológicos se benefician de la creciente demanda de los consumidores, mientras que las zonas cultivadas se reducen en favor de los mangos convencionales. La Iniciativa Atlántica para los países del Sahel, lanzada por Marruecos en 2023 con el objetivo de reforzar el acceso de los países del Sahel sin litoral a los puertos marroquíes, podría mejorar la competitividad de las exportaciones de Burkina Faso a Europa. "Hemos oído hablar de esta iniciativa, que sin duda será buena para las exportaciones, pero aún no sabemos cómo ni cuándo se pondrá en marcha", concluye Yohann.
Para más información:
Bovey Yohann
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