El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha declarado su intención de evitar el cierre de operaciones de Chiquita Panamá en Bocas del Toro, lo que afectaría a más de 7.300 trabajadores del sector bananero. Mulino señaló que "Bocas del Toro, en este momento, es un problema mayor que un cierre". Aunque tiene la opción de ordenar la reapertura de la provincia, el Gobierno ha optado por establecer una mesa de trabajo con el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano (Sitraibana) para impedir la salida de la empresa.
El presidente advirtió que, si no se logra un avance y la empresa decide retirarse del país, los manifestantes y dirigentes "se van a quedar sin trabajo en poquitos días".
La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, afirmó: "Tenemos una mesa de trabajo en conjunto con el sindicato de los bananeros, porque la empresa está a punto de despedir a 7.300 personas, si es que no se termina yendo".
Además de Muñoz, el Ejecutivo ha enviado al ministro de Comercio, Julio Moltó, y al director de la Caja de Seguro Social (CSS), Dino Mon, a Changuinola para presentar una propuesta y reunirse con los líderes de los trabajadores.
Fuente: metrolibre.com