Tras meses de negociaciones, el Reino Unido y la Unión Europea han alcanzado un nuevo acuerdo comercial tras el Brexit. Sir Keir Starmer ha declarado que "Gran Bretaña vuelve a la escena mundial", mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado que se trata de un "momento histórico".
Aún está por ver en qué medida beneficiará esto al sector hortofrutícola, ya que aún no se han dado a conocer los detalles, pero lo más positivo es que se suprimirá la gran mayoría de los controles fronterizos rutinarios de los envíos de animales y plantas hacia y desde la UE.
Este acuerdo también eliminará los "controles rutinarios" de los productos animales y vegetales que circulan entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte y reducirá, aunque no eliminará, la frontera comercial en el mar de Irlanda, que se introdujo como consecuencia del Brexit.
Cuando entre en vigor el acuerdo, no se harán controles físicos a los productos alimenticios británicos en los puertos de Irlanda del Norte, pero seguirá siendo necesario presentar declaraciones de aduana.
El presidente de la NFU, Tom Bradshaw, ha declarado: "Acogemos con satisfacción la ambición del Gobierno de facilitar el comercio del sector con nuestro mayor socio extranjero. Por supuesto, como siempre en los acuerdos comerciales, los detalles son fundamentales y examinaremos minuciosamente los pormenores de este acuerdo a medida que se vayan conociendo en las próximas semanas y a medida que avancen las conversaciones entre el Gobierno del Reino Unido y la UE".
Entre los primeros aspectos positivos del acuerdo figura el esbozo de un acuerdo sanitario y fitosanitario (SPS), que reducirá las barreras a la exportación de los agricultores y productores del Reino Unido a la UE. En los últimos cinco años, las exportaciones agroalimentarias del Reino Unido a la UE se han estancado, con reducciones de dos dígitos en los volúmenes en diversos sectores agrícolas. Este acuerdo tiene el potencial de crear un entorno comercial más beneficioso para los agricultores y productores del Reino Unido. Por ejemplo, una vez que se ultimen los detalles, se espera que los productores del Reino Unido puedan volver a exportar patatas de siembra al continente y que se facilite el comercio de sectores como la horticultura y la agricultura extensiva, que dependen de las importaciones de semillas y plantas jóvenes.
Las exportaciones de patatas de siembra del Reino Unido a la UE entre 2016 y 2020 (los años anteriores al final del período de transición) tuvieron un valor medio de 12,3 millones de libras esterlinas.
El proyecto de ley sobre cría de precisión ayudará a los agricultores a mejorar su resiliencia al cambio climático, aumentar la productividad y proporcionar alimentos nutritivos.
De acuerdo con Tom Bradshaw, "este acuerdo reportará muchos beneficios a las exportaciones agroalimentarias a la UE", pero "siguen existiendo importantes dudas sobre el alcance de este acuerdo y, en los casos en que las normas y reglamentos actuales difieren, sobre si habrá alguna exclusión".
El acuerdo aún debe concretarse, lo que podría llevar varios meses, y no se espera que se aplique antes de finales de año.