"Este año para nosotros la campaña ha sido desafiante. El mercado europeo ha presentado un escenario especialmente retador, debido a la oferta de fruta procedente de Israel, Marruecos y España generó una presión significativa en los precios. En comparación con campañas anteriores encontrábamos menos oferta en el mercado internacional de otros orígenes", comentó Daniel Falla Hernández, gerente de operaciones de Agrícola Don Nicolás.
En términos de volumen, Falla explicó que, aunque la producción ha sido estable, la táctica de la empresa fue más conservadora. "Hemos enviado un menor volumen porque ya había bastante fruta en destino. Ante esta mayor oferta de otros orígenes, la empresa decidió retrasar los envíos, priorizando la calidad y la materia seca de su producto", señaló. Este enfoque conservador responde a lo particular de la campaña y también a la filosofía de la empresa: "Vamos siempre con fruta de mejor calidad a luchar en mercados muy competitivos", enfatizó.
© Agrícola Don Nicolás
El impacto de estas decisiones no solo refleja la búsqueda de estándares exigentes, sino también un compromiso con la sostenibilidad. "Agrícola Don Nicolás trabaja para garantizar que la fruta exportada cumpla con las expectativas del consumidor final en cuanto a sabor, textura y frescura. Este enfoque busca proteger el valor de toda la cadena productora y operativa, generando beneficios económicos en Perú y fortaleciendo la confianza de los clientes internacionales", recalcó.
"Si bien Europa se ha convertido en un terreno difícil esta última campaña, la empresa ha encontrado oportunidades en otros mercados emergentes donde han tenido buena apreciación", dijo Falla, destacando la necesidad de diversificar destinos y adaptarse a la demanda.
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Paralelamente, la empresa está comenzando la campaña de cítricos, enfocándose en la mandarina W. Murcott y Tango. Las exportaciones arrancarán en la semana 23, con envíos al mercado de Estados Unidos y Latinoamérica. "El volumen es bastante reducido en las primeras semanas tanto del norte como del sur del Perú. El mercado americano, particularmente, exige una calidad más ambiciosa, frutas sin semillas y con un full color T1 o T2, estándares que estamos cumpliendo para asegurar la competitividad de nuestra fruta", explicó.
"Las expectativas de precios para las mandarinas al inicio de campaña son altas, aunque este año Chile no enfrenta los problemas hídricos que afectaron la oferta y los precios en Estados Unidos el año pasado. En el mercado norteamericano, competiremos con orígenes como Chile y Sudáfrica", enfatizó.
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Una dificultad adicional que se afronta en este mercado es el tema de los aranceles puestos por el gobierno de Donald Trump. "Estamos a la expectativa y esperando que se pueda llegar a un buen acuerdo de gobierno a gobierno", comentó Falla, señalando que en las negociaciones actuales los distribuidores en Estados Unidos quieren desplazar el 10% de arancel a los productores por lo cual nos vemos afectados directamente en este mercado.
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