La cosecha de naranjas acaba de concluir en las principales zonas productoras españolas, con menos producción de la prevista inicialmente en los aforos y con una demanda más alta y sostenida, debido en parte a unas temperaturas más frescas durante la mayor parte de la primavera, a una baja oferta de Egipto y al retraso en la llegada de la fruta de hueso este año. Se espera que las naranjas de ultramar lleguen en unas pocas semanas y que mantengan los altos precios del final de la campaña española.
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"Esta semana hemos terminado de recolectar las últimas naranjas Valencia Late", cuenta Javier Subies, del departamento comercial de la empresa valenciana Fontestad. "La producción termina pues, generalmente, por debajo de lo esperado tanto en la Comunidad Valenciana como en Andalucía, no solo para las Valencia sino también para el grupo de las naranjas tardías de segunda campaña como Navel Powel, Navel Chislett, etc., así como también para las mandarinas".
La abundancia y persistencia de las lluvias en esta campaña han influido en la calidad, tanto en naranjas como mandarinas, incurriendo en un mayor destrío y, en definitiva, en una menor oferta comercializable. "La campaña de mandarinas terminó antes de lo habitual y en naranjas ocurrirá lo mismo. Normalmente, nosotros terminamos con naranja nacional a finales de agosto, pero este año concluiremos antes", indica Subies.
Los precios de la fruta en campo han sido más altos en la segunda parte de campaña y también se han reflejado en los mercados, donde la demanda se ha mantenido alta por diversos factores, de acuerdo con Subies: "Este año el consumo de naranja se ha mantenido alto durante más tiempo de lo habitual, ya que el tiempo ha sido más frío y lluvioso, lo cual ha retrasado también la llegada de la fruta de hueso a los lineales. Por otra parte, las importaciones de Egipto han bajado bastante en comparación con el año anterior, ya que este año los exportadores egipcios no han contado con las subvenciones de su gobierno y, al mismo tiempo, está proliferando la industria del procesado de cítricos para zumos, que ha sido la opción más rentable para muchos productores".
Los importadores europeos ya están cargando las naranjas del hemisferio sur ante el final prematuro de la campaña española este año, las cuales llegarán en alrededor de unas cuatro semanas, de acuerdo con el comercial de Fontestad. "Probablemente, la transición a las naranjas de ultramar tendrá lugar un poco antes este año, pero sin solaparse, manteniendo los altos precios del final de la campaña española", avanza.
A pesar de las mermas en producción, este año Fontestad logra volver a aumentar sus volúmenes de naranja y mandarina, de los que prevé alcanzar alrededor de 160 millones de kilos. "Estamos satisfechos con los resultados de esta campaña, pese a las dificultades que se han presentado", concluye Javier Subies.
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