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El sector hortofrutícola de EE. UU. reacciona ante un nuevo retraso en la aplicación de los aranceles

Ha llegado el 9 de julio, un día en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tenía previsto aplicar aranceles recíprocos a varios países. Se han enviado varias cartas a los países que el presidente tiene en la mira, entre ellos Indonesia, Malasia o Japón, en las que se amenaza con aumentar las tasas arancelarias, y, hay países como Brasil que, repentinamente, han pasado a ser objetivo del incremento arancelario.

No obstante, el presidente ha anunciado otra prórroga de la aplicación de las nuevas tasas arancelarias y ha fijado el 1 de agosto como la nueva fecha de entrada en vigor. ¿Cuáles son las implicaciones para el sector?

© Seasons Farm Fresh

Por ahora, todo sigue igual, dice Nick Bernal, de Seasons Farm Fresh, una empresa que importa productos de países latinoamericanos, caribeños y centroamericanos. "Los aranceles globales son del 10% sobre los productos importados a EE. UU., y tenemos que absorberlo porque muchos clientes no quieren pagar más", lamenta. "Un 10% no es lo ideal, pero no es catastrófico".

Lo que Bernal sigue de cerca es la amenaza de que se puedan aplicar aranceles del 30% sobre los productos importados a EE. UU. desde Sudáfrica. "Trabajamos mucho en Sudáfrica con los lichis, y un 30% es bastante preocupante", indica. "Aunque nuestra temporada no empieza hasta noviembre, así que vamos a ver qué ocurre".

Sensación de inestabilidad
Lo que preocupa a Bernal es la volatilidad de los aranceles y el efecto que esto tiene en la economía. "Mucha gente está pronosticando todo lo posible, pero, como he dicho, tendremos que esperar a ver qué pasa", recalca.

© Classic Fruit Co.

Esa es una preocupación compartida por Tom Conrado, de Classic Fruit Company, que importa melones en temporada baja desde Guatemala. "La cuestión con los aranceles es la incertidumbre. ¿Se van a aplicar? ¿Serán del 10%?", afirma.

Como explica, con tanto cambio que el gobierno de EE. UU. está tratando de implementar, hacen lo que pueden para prepararse en términos de previsión de costes y el efecto de la aplicación de aranceles en la cuenta de resultados de la empresa.

Las empresas también lo están notando en su mano de obra. "No se trata solo del coste de los aranceles, también de la mano de obra necesaria en EE. UU. para asegurarse de que todo se paga y de que el papeleo es correcto", añade Conrado.

Al mismo tiempo, la situación también está afectando a la demanda. "Debido a esta incógnita, se están retrasando muchas negociaciones de programas con los clientes. Es una situación difícil", asegura.

Para más información:
Nick Bernal
Seasons Farm Fresh, Inc.
https://seasonsfarmfresh.com/

Tom Conrado
Classic Fruit Company
www.classicfruit.com

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