Tras el anuncio la semana pasada de que los productos sudafricanos importados en Estados Unidos estarían sujetos a un arancel del 30%, los productores y transportistas se muestran decepcionados, pero no sorprendidos. "Espero que Sudáfrica y Estados Unidos lleguen a una solución negociada que elimine el arancel o al menos lo reduzca al 10%, en línea con la norma actual del sector", afirma Mark Greenberg, de Capespan North America.
La sensación es que sigue habiendo una serie de cuestiones comerciales entre Estados Unidos y Sudáfrica que está agravando el problema, y la fruta fresca está atrapada en el fuego cruzado. Esos asuntos pendientes incluyen otros bienes como piezas de automóviles y aves de corral, por ejemplo. El gobierno de Estados Unidos también está descontento con varias políticas del gobierno sudafricano que percibe como contrarias a los intereses estadounidenses.
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Comienza la temporada de cítricos sudafricanos
Mientras tanto, la temporada de cítricos sudafricanos en Estados Unidos no ha empezado a cobrar impulso hasta ahora, tras el 4 de julio, con el cambio a los cítricos importados en los establecimientos del retail. Sin embargo, Greenberg dice que es probable que los cargamentos de cítricos sudafricanos destinados a Estados Unidos disminuyan a finales de julio, si bien no se detendrán por completo. "Los retailers, en general, entienden el problema y comprenden que los aranceles, por necesidad, aumentarán los precios. Sencillamente, habrá menos cítricos disponibles en el mercado estadounidense, y prevalecerá la ley de la oferta y la demanda".
El arancel del 30% repercutirá en todos los eslabones de la cadena de suministro, incluidos productores, importadores, retailers y consumidores.
Greenberg afirma que espera que los expedidores sudafricanos desvíen a otros mercados destacados esos cítricos que, en circunstancias normales, habrían ido a parar a Estados Unidos, como Europa y el Reino Unido. "Los sudafricanos tienen relaciones comerciales sólidas y afianzadas en Europa y el Reino Unido, que podrán absorber la fruta que se retire del programa estadounidense. Esa fruta tendrá que ir a alguna parte, y no se va a vender en el mercado nacional de Sudáfrica", destaca, aunque señala que el precio ofrecido por las naranjas para zumo sigue siendo una opción atractiva.
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Consecuencias para otras frutas
Otros cítricos también se verán afectados. Las mandarinas tardías se verán desviadas, ya que el arancel del 30% sobre este artículo tan cultivado hará de Estados Unidos una salida comercial menos atractiva que Europa y el Reino Unido. Se espera que las naranjas Navel escaseen, pero no las mandarinas. "Con una fuerte producción tardía de mandarinas tanto en Perú como en Chile, el mercado debería estar adecuadamente abastecido incluso en ausencia de producto procedente de Sudáfrica", dice Greenberg. Los limones no se verán afectados, ya que Estados Unidos no adquiere un volumen significativo de limones de Sudáfrica porque el protocolo de esterilización en frío que requiere la fruta hace que su envío sea arriesgado.
De cara al futuro, tal y como están las cosas ahora, la temporada de uva de mesa sudafricana, que empieza a enviarse en noviembre, también estará sujeta al arancel del 30%. "Sudáfrica no depende en gran medida del mercado estadounidense y envía mucho más a Canadá. En cambio, Estados Unidos obtiene la mayor parte de sus uvas de mesa del hemisferio sur de Chile y Perú", de acuerdo con Greenberg. Estos países seguirán sujetos a los aranceles del 10% sobre los productos que se envíen a Estados Unidos.
En los últimos años, las ciruelas sudafricanas han tenido cierto éxito en el mercado estadounidense, y Greenberg afirma que un arancel del 30% supondría un serio revés.
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