Este 14 de julio se cargó en el puerto de Guayaquil el primer contenedor de 23.000 kilos de mandarina ecuatoriana variedad Tango con destino a California, marcando el inicio de las exportaciones de esta fruta cultivada en Pimampiro, provincia de Imbabura. El embarque partirá hacia Estados Unidos el próximo 21 de julio, tras completar los controles logísticos y sanitarios exigidos por las autoridades norteamericanas.
La operación culmina cinco años de trabajo técnico y negociaciones entre Agrocalidad, la agencia ecuatoriana de sanidad vegetal, y el Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales (Aphis) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Larry Rivera, coordinador general de Sanidad Vegetal de Agrocalidad, destacó que la mandarina Tango es altamente valorada en el mercado estadounidense por ser dulce, fácil de pelar y sin semillas.
El contenedor fue preparado en el centro de acopio autorizado Durexporta, cumpliendo con los protocolos de exportación: instalación de sensores de temperatura, emisión del certificado fitosanitario y aplicación del tratamiento en frío a –1,11 °C durante 15 días, requisito para eliminar plagas cuarentenarias como la mosca de la fruta (Anastrepha spp. y Ceratitis capitata).
Según Santiago Latorre, gerente general de Ecuagroimport —la empresa exportadora—, la planificación logística incluye un margen de una semana para superar inspecciones aduaneras, tratamiento en frío y controles antinarcóticos.
La iniciativa forma parte de un proyecto que actualmente cuenta con 32 hectáreas sembradas. El subsecretario de Cadenas Estratégicas Agropecuarias del Ministerio de Agricultura, Gustavo Cepeda, señaló que esta primera cosecha marca el inicio de un esquema productivo que aspira a alcanzar entre 30 y 32 contenedores anuales desde 2025. La variedad Tango, destacó, ofrece una productividad de hasta 60.000 kilos por hectárea y un perfil de sabor con una relación Brix/acidez de 10:1, altamente demandado en Estados Unidos.
El calendario de cosecha también brinda a Ecuador una ventaja estratégica. "Entre julio y agosto la oferta internacional de esta variedad es casi nula. Ahí es donde entramos como el único país con disponibilidad", explicó Rivera.
Además de Pimampiro, ya se están desarrollando cultivos en otras zonas de Imbabura. En paralelo, se exploran nuevos destinos: los permisos para la Unión Europea están vigentes, hay clientes interesados en recibir muestras, y se mantienen negociaciones con países de Medio Oriente.
"El objetivo es que la mandarina ecuatoriana tenga presencia en mercados estables, que garanticen retornos sostenibles y permitan al sector exportador crecer con confianza", concluyó Cepeda.
Fuente: eluniverso.com