El sector bananero y platanero de Ecuador ha encendido las alertas ante la aparición de nuevos brotes de moko, una enfermedad bacteriana que, aunque presente desde hace más de una década, hoy compromete unas 3.000 hectáreas en distintas zonas del país. Solo en la provincia de Los Ríos se registran 2.600 hectáreas afectadas, según advierten asociaciones del sector.
De acuerdo con la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2024 existían 310.268 hectáreas destinadas al cultivo de banano y plátano en el país.
Pese a la extensión de los focos, aún no se dispone de una estimación económica sobre las pérdidas que genera esta bacteria. José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), señaló que las exportaciones, por ahora, no se han visto afectadas.
En respuesta a la situación, se han puesto en marcha iniciativas de prevención como alertas tempranas y capacitaciones. En los últimos tres meses, se identificó que el 18% de las fincas de la provincia de Guayas comparte personal, y que 7 de cada 10 productores no conocen qué es el moko. Por este motivo, se han distribuido kits de bioseguridad y realizado jornadas de formación.
Además, el Comité Nacional del Moko mantiene reuniones mensuales, sumando ya ocho sesiones realizadas en provincias como Manabí, Santo Domingo, El Oro y Guayas.
La situación en el sector platanero presenta matices distintos. Eduardo Manrique, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Plátano del Ecuador (Asoexpla), informó de una caída del 3% en las exportaciones durante el último trimestre, aunque aclaró que no necesariamente se debe al moko. Coincide en que hay unas 3.000 hectáreas afectadas, pero advierte que la falta de tecnificación y de infraestructura industrial impide dimensionar con precisión el impacto.
Manrique explicó que, a diferencia del banano —que cuenta con un sistema agroindustrial consolidado—, el plátano se comercializa en tres formas: fresco, procesado y congelado. Además, el 70% del plátano verde y maduro se consume en el mercado interno, mientras que el excedente se exporta. Las condiciones climáticas recientes, como el frío, el viento y las inundaciones, también han influido en la escasez, favoreciendo a otros mercados de la región. "No hay plátano por el alto consumo interno, la demanda, el clima y las inundaciones. El moko lleva una década en Ecuador", subrayó.
A esta coyuntura se suma el cambio progresivo de cultivos hacia el cacao, alentado por los buenos precios de este producto, lo que añade presión al sector platanero.
Desde Asoexpla se plantea revisar la actual Ley de Banano, que prohíbe nuevas siembras de plátano con fines de exportación. El gremio considera urgente promover plantaciones técnicas y sostenibles que permitan evitar mayores pérdidas.
AEBE ha anunciado que en agosto se pondrán en marcha recorridos de diagnóstico fitosanitario en fincas plataneras, con inspecciones de campo, pruebas rápidas y estrategias de contención.
Fuente: expreso.ec
