El reciente incremento de los aranceles al banano importado en Estados Unidos amenaza con encarecer de forma significativa el precio para los consumidores. La Asociación Bananera de Norteamérica (BANA) ya había alertado en abril de que el gravamen recíproco del 10% supondría un sobrecoste anual de hasta 250 millones de dólares. Sin embargo, desde el pasado 7 de agosto, la tasa se elevó al 15%, lo que eleva el impacto estimado a 375 millones adicionales.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura estadounidense, en 2024 el país importó más de 2.500 millones de dólares en bananas frescas, procedentes principalmente de Guatemala, Ecuador, Costa Rica, Colombia y Honduras. Guatemala encabeza la lista de proveedores con 618.670,4 toneladas métricas, seguida de Ecuador con 340.175,5 toneladas, un 5,81% más que el año anterior. La nueva medida penaliza especialmente a Ecuador, ya que Guatemala y Colombia afrontan aranceles más bajos.
Expertos señalan que los objetivos oficiales de esta política arancelaria —atraer más negocios a EE. UU. y equilibrar la balanza comercial— no son aplicables al banano, puesto que la fruta no puede cultivarse a escala comercial en territorio estadounidense y, además, la balanza con los países productores es favorable a Washington. Según la Oficina del Censo, Estados Unidos exporta 4.700 millones de dólares más en bienes a estos socios de lo que importa de ellos.
Tom Stenzel, director ejecutivo de BANA, subraya que el alza de precios será inevitable para los consumidores y que la medida no aportará beneficios económicos significativos. "No existe potencial real para incrementar la producción nacional de banano, dadas las condiciones climáticas necesarias para su cultivo", apuntó.
BANA, que agrupa a las empresas responsables de más del 90% del suministro de banano en el país, insiste en que su misión es garantizar un producto fresco, saludable y asequible. La organización ha pedido al Gobierno que reconozca el carácter singular de esta fruta y el efecto económico que los nuevos aranceles tendrán sobre millones de hogares estadounidenses.
Fuente: expreso.ec