"Si te quedas demasiado tiempo en las nubes, se te olvida que estás flotando", reflexiona Henk van der Meij, de la empresa comercializadora holandesa Hars & Hagebauer, al describir el momento que atraviesa actualmente el mercado del mango. "Tras el cierre de la campaña en Costa de Marfil hace unos meses, la oferta siguió siendo escasa y los precios se mantuvieron altos durante bastante tiempo. Pero, como se suele decir, todo lo bueno se acaba".
Según Henk, la vuelta a la realidad llegó hace unas tres semanas. "El mercado dio un giro total. Se cancelaron promociones, se recortaron volúmenes previamente acordados y, finalmente, la demanda se paralizó. En resumen, estamos ante un mercado del mango sumido en el desconcierto. Los precios han dejado de caer, pero siguen por debajo de los costes de producción", señala.
© Hars & Hagebauer B.V.
Otro problema ha sido la falta de uniformidad en la calidad del producto. "Los últimos lotes procedentes de Senegal y la República Dominicana han llegado con bastantes deficiencias. Aunque en términos generales no hay un exceso de fruta en el mercado, la demanda es tan baja que ni siquiera se logra colocar el poco volumen disponible. Y si a eso le sumamos la competencia de otras frutas, el panorama se complica aún más".
¿Qué haría falta para cambiar la situación? "O bien que repunte la demanda o que se reduzcan los volúmenes. Pero, siendo realistas, no parece que vaya a ocurrir ninguna de las dos cosas en el corto plazo. Brasil se prepara para una cosecha abundante, y por primera vez en años, España también se enfrenta a una campaña prometedora. Así que, una vez más, el futuro del mercado del mango se presenta tan incierto e inestable como ya es habitual en este sector", concluye Van der Meij.
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