Farmerz, que llegó a ser uno de los principales exportadores de granada, con 150 hectáreas y una producción anual de 7.500 toneladas, tuvo que abandonar esta fruta y recurrir a una apuesta segura para muchos exportadores iraníes: los pistachos. Morteza Khanouki, director de marketing y ventas de la empresa, nos explica el por qué de esta decisión: "Este cambio está motivado por los retos asociados a la exportación de frutas y hortalizas iraníes, los cuales son de sobra conocidos y están relacionados con las sanciones económicas y financieras impuestas al país. El cambio de las granadas por los pistachos ofrece ventajas estructurales y económicas específicas".
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Las sanciones impuestas a Irán por las Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea obligan a los exportadores iraníes a recurrir a complejos y arriesgados acuerdos logísticos y financieros, aunque legales, para acceder a los mercados internacionales y, sobre todo, recibir sus pagos. El exportador añade: "La reexportación sigue siendo la única forma de acceder a muchos mercados, pero esto implica unos tiempos de tránsito prolongados, lo cual no es lo ideal para los productos perecederos. Buscábamos un producto versátil, de alta calidad y gran valor que pudiera soportar largos viajes sin perder calidad y que, idealmente, estuviera bien posicionado como una marca auténticamente iraní. Los pistachos son, por tanto, nuestros campeones".
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Tres países dominan la producción mundial de pistachos, con entre el 70 y el 80% de la oferta mundial: Irán, Turquía y Estados Unidos. Según Khanouki, los pistachos iraníes ocupan una posición destacada en el mercado. "Los puntos fuertes específicos de Irán, a saber, su cartera única de variedades, su alta calidad y sabor, su competitividad en costes y sus ventajas geográficas y climáticas, le permiten seguir siendo un proveedor líder a pesar de las tensiones geopolíticas", argumenta. "En Irán se encuentran variedades únicas como Akbari, Ahmad Aghaei, Fandoghi y Kalleh Ghouchi, de las que Akbari es especialmente apreciada. Nuestros métodos tradicionales de producción y elaboración confieren a los pistachos iraníes unas características de calidad excepcionales: el secado al sol permite obtener un mayor contenido de aceite y un sabor superior al de los frutos secos secados mecánicamente. Además, los pistachos iraníes tienen un precio competitivo debido a sus menores costes de producción, lo que les ofrece mayores márgenes a los importadores. Además, el clima único de Irán y el suelo rico en minerales de la provincia de Kermán confieren a los pistachos un carácter único que no puede reproducirse en ningún otro lugar".
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Según Khanouki, estas ventajas hacen de los pistachos iraníes un producto muy codiciado en los mercados internacionales, incluso en el hemisferio occidental, en un contexto de sanciones internacionales. Cita el año pasado como ejemplo de rendimiento comercial: "En 2024, las ventas de pistacho iraní estuvieron encabezadas por los mercados asiáticos, con un aumento interanual del 40% en las exportaciones a China, la India y Emiratos Árabes Unidos. Las importaciones de la Unión Europea aumentaron, con Alemania a la cabeza en volúmenes. Rusia y Kazajistán absorbieron la mayor parte de las exportaciones iraníes con cáscara, demostrando una fuerte demanda estacional. Posteriormente, la demanda china se ralentizó tras acumular existencias al principio de la temporada, y la de Oriente Próximo se debilitó debido a la saturación del mercado. Lo más interesante es que un tercio de los volúmenes exportados transitaron por hubs de reexportación como Emiratos Árabes Unidos y Turquía para llegar a los mercados occidentales, de ahí la importancia de este producto".
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A diferencia de los productos frescos, como las granadas, por ejemplo, el valor de los pistachos iraníes también reside en su uso en la reexportación. "En los mercados occidentales, los pistachos ofrecen ventajas comerciales particulares sobre las frutas y verduras frescas. Su prolongada vida útil permite un almacenamiento y un transporte versátil, y reduce los quebraderos de cabeza logísticos. Aunque los pistachos son menos sensibles a las sanciones que las frutas perecederas, su transformación en grano añade valor y acrecienta los márgenes. Además, a diferencia de las frutas frescas, los pistachos pueden procesarse en países de reexportación como Emiratos Árabes Unidos y Turquía sin comprometer su calidad. Los pistachos iraníes también se benefician de una marca internacional reconocida, que los protege de las crisis", prosigue Khanouki.
El comercio del pistacho proporciona a los exportadores iraníes una flexibilidad y un margen de maniobra muy necesarios, que les permiten importar y comercializar otros productos. En palabras de Khanouki, "los pistachos pueden considerarse una 'criptomoneda' y no solo un cultivo agrícola. Su importancia económica y estratégica reside en su uso como medio de intercambio de bienes o divisas, incluso en caso de sanciones. Además, los pistachos son resistentes a las sanciones, ya que pueden mantenerse frescos durante largos periodos de tránsito mientras se buscan los canales de reexportación adecuados. El alcance del mercado y la rentabilidad también mejoran gracias a la transformación con valor añadido, un mejor envasado y una sólida infraestructura de exportación".
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Farmerz convirtió toda su superficie de granados a pistacheros, a pesar de su presencia histórica en el sector y de la condición de Irán como segundo productor de granadas. Además, la empresa se encontraba en una posición más favorable que otros productores del país, ya que podía exportar la mayor parte de su producción, según Khanouki. "Las cifras se explican por sí solas y demuestran claramente el impacto de las sanciones. En 2022, las exportaciones de granada iraní sumaron solamente 8,6 millones de dólares, frente a los 1.700 millones de dólares de las exportaciones de pistacho en 2024. Siempre es una decisión difícil abandonar un cultivo histórico. Sin embargo, el cultivo del pistacho tiene una larga tradición en nuestra familia, durante más de 50 años en la provincia de Kermán, el bastión del pistacho en Irán".
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