El Gobierno del Reino Unido ha marcado el año 2027 como plazo límite para cerrar un nuevo acuerdo comercial de alimentos y bebidas con la Unión Europea, que considera esencial para rebajar los precios en los supermercados y aliviar las presiones inflacionistas.
El ministro encargado de la revisión del Brexit, Nick Thomas‑Symonds, confirmó el plan en un discurso reciente. Detalló que el Gobierno aspira a sellar el acuerdo agroalimentario en unos dieciocho meses. Esta declaración sucede a los términos generales acordados en mayo entre el primer ministro, Sir Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Según Thomas‑Symonds, el Reino Unido se alineará con las normativas europeas en materia de alimentos y bebidas como parte de una estrategia destinada a fomentar el crecimiento, proteger al sector agroalimentario y abaratar los precios. El ministro subrayó que se trata de "ejercer soberanía en interés nacional". Además, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales presentó un estudio que cuantifica los costes que afrontan los exportadores británicos de alimentos y bebidas hacia la UE, reforzando el argumento sobre la necesidad de un alineamiento regulatorio.
Inflación y barreras comerciales
El índice general de precios al consumo (IPC) en el Reino Unido se situó en torno al 3,8% en julio, y se prevé que alcance el 4% en septiembre antes de moderarse. Por su parte, la inflación alimentaria alcanzó el 4,2% en agosto, su máximo en dieciocho meses, según el British Retail Consortium.
Rami Baitiéh, consejero delegado de Morrisons, afirmó en mayo que un acuerdo integral tras el Brexit beneficiaría a los consumidores: "Eliminar barreras comerciales con la UE suprimirá costes, complejidad y retrasos en la importación de alimentos desde el continente".
Thomas‑Symonds añadió que las pequeñas y medianas empresas se ven especialmente perjudicadas por la burocracia post-Brexit. El Gobierno también ha suspendido los controles fronterizos previstos para frutas, hortalizas y carne europeas, a la espera de formalizar el acuerdo.
Críticas al ritmo de las negociaciones
Pese al calendario anunciado, ha habido críticas por avanzar con lentitud. James MacCleary, de los Liberal Demócratas, defendió que el Reino Unido debería buscar una unión aduanera completa con la UE para transformar la relación económica: "El chapucero acuerdo del Brexit ha perjudicado nuestra economía demasiado tiempo; anunciar que las cosas solo mejorarán ligeramente en los próximos 18 meses no cuela".
Por su parte, Thomas‑Symonds rechazó las críticas de Nigel Farage (Reform), advirtiendo que revertir el acuerdo sería perjudicial para empresas y consumidores. El Gobierno planea introducir nueva legislación en los próximos meses para alinear las normativas británicas con las europeas, con el objetivo de asegurar el apoyo electoral antes de las elecciones generales previstas en 2029.
Fuente: FreshTalk Daily