Los mangos procedentes de Egipto están abriéndose camino en el mercado canadiense. En los últimos años, este país norteafricano ha incrementado de forma constante sus exportaciones de mango, especialmente hacia Europa y la cuenca mediterránea. "Gracias a su ubicación geográfica, tiene una ventaja logística para abastecer estos mercados", explica Ehab Nasser, de la empresa Chenail, con sede en Montreal. No obstante, con el paso del tiempo, Egipto también ha comenzado a exportar hacia América del Norte, posicionándose como un competidor de nicho. "Debido a la distancia, no puede competir en precio, pero sí se diferencia claramente en calidad y sabor", añade Nasser.
Transporte aéreo para fruta premium
En Egipto se cultivan aproximadamente unas 200 variedades de mango, muchas de ellas reconocidas por su dulzura. "No me tiembla el pulso al decir que los mangos egipcios están entre los mejores del mundo", afirma. Dado que el transporte marítimo desde Alejandría hasta Montreal puede tardar entre 25 y 30 días —dependiendo de las rutas y escalas—, el envío se realiza por vía aérea para garantizar la frescura y mantener la calidad del fruto, algo indispensable cuando se trata de fruta premium como el mango. De esta forma, el producto llega a destino pocos días después de la cosecha.
© Chenail
Ventana estacional complementaria
Durante la temporada, que se extiende de junio a octubre, Chenail recibe envíos semanales. "Es una campaña corta, con picos de llegada entre julio, agosto y septiembre", comenta Nasser. Algunas variedades como Ewais y Zebda están disponibles desde el inicio de la temporada, mientras que Keitt permite alargarla hasta octubre. Aunque los principales proveedores de mango en Canadá siguen siendo México, Perú, Ecuador y Brasil —con variedades más tradicionales como Tommy Atkins, de pulpa fibrosa, o Ataulfo, un mango más pequeño, dorado y cremoso—, Egipto ofrece un portafolio diferente. Variedades como Ewais, Zebda y Naomi se caracterizan por su sabor extremadamente dulce, su aroma intenso, su baja fibrosidad y una textura mantecosa. Por su parte, el mango Keitt egipcio guarda similitudes con el cultivado en México o Sudamérica, pero gracias a las condiciones particulares del suelo y del clima en Egipto, desarrolla un perfil de sabor propio e inconfundible.
"Además de su sabor distintivo, los mangos egipcios presentan una estacionalidad diferente, lo que les permite cubrir huecos en la oferta latinoamericana. De este modo, no compiten directamente, sino que se posicionan como una alternativa complementaria", prosigue.
Alta demanda entre comunidades étnicas
Las comunidades procedentes del norte de África y del Medio Oriente residentes en Canadá constituyen una base sólida de consumidores tempranos de mango egipcio, valorando su sabor y autenticidad. Con una adecuada estrategia de sensibilización y educación del consumidor respecto a los grados de madurez y el aspecto exterior del fruto, se espera que la demanda siga creciendo. El mango egipcio tiene todo el potencial para convertirse en un producto de temporada premium dentro del mercado canadiense. Suelen comercializarse en cajas de entre 2,5 y 5 kilos, un formato ideal tanto para el canal mayorista como para programas del retail.
Aunque Nasser ya tenía experiencia previa importando mango desde Egipto, esta es la primera campaña en la que Chenail incorpora oficialmente fruta de ese origen. "Hace once años comencé a colaborar con productores egipcios, pero ha sido este mismo año, tras reincorporarme a Chenail, cuando empecé a desarrollar un programa estructurado con ellos", concluye.
Para más información:
Ehab Nasser
Chenail
Tel.: +1 514-858-7540 (x373) (Canadá)
[email protected]
www.chenail.ca