La Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (Ailimpo) prevé que la cosecha de limón Fino en la campaña 2025/2026 alcance las 780.000 toneladas, lo que supone una reducción del 10% respecto al balance final de la temporada anterior. El dato forma parte del preaforo elaborado por la organización, que será actualizado en septiembre en función de la evolución del calibre de los frutos.
Según Ailimpo, el cambio climático y la presión de plagas están impidiendo que los limoneros desarrollen su máximo potencial productivo. Esto se traduce en menores rendimientos por hectárea y en un incremento del coste de producción por kilo.
A pesar de la caída en volumen, la interprofesional destaca que la calidad de la fruta será superior, gracias a la mejora en la gestión fitosanitaria contra el trips, lo que favorecerá un mayor porcentaje de fruta destinada al mercado en fresco. El descenso en la oferta será más perceptible en la segunda mitad de la campaña, a partir de mediados del primer trimestre de 2026.
Actualmente, la superficie de limón Fino en España se sitúa en 31.635 hectáreas, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. No obstante, la producción estimada se mantiene muy por debajo de las 1,19 millones de toneladas registradas en 2023/2024 y del promedio de 910.000 toneladas de los últimos cinco años.
Entre los condicionantes de la próxima campaña, Ailimpo señala varios factores meteorológicos adversos. Las lluvias de marzo y el elevado número de días húmedos provocaron podredumbre en las flores, dificultando la polinización y el cuajado. Entre enero y junio de 2025, las temperaturas superaron la media, con un mes de junio 2,7 °C más cálido, lo que favoreció la caída de pequeños frutos. Las heladas de enero de 2025 dañaron árboles en algunas zonas productoras de limón Fino Tradicional, reduciendo también la cosecha.
En cuanto a las plagas, Ailimpo recuerda que los Scirtothrips ocasionaron daños significativos en la campaña 2024/2025, pero prevé un mejor control en la próxima temporada, con un mayor porcentaje de fruta comercializable. En paralelo, la polilla del limonero (Prays citri) sigue siendo un factor de riesgo en explotaciones donde no se han aplicado medidas de control adecuadas.
La organización advierte de que esta coyuntura representa un desafío para los agricultores, obligados a adaptar las prácticas de cultivo al nuevo escenario climático y a reforzar la gestión de plagas y enfermedades.
Fuente: interempresas.net
