El sector citrícola valenciano encara un nuevo desafío con la eliminación definitiva de los aranceles a las naranjas de Sudáfrica a partir de 2026. El acuerdo de asociación económica firmado en 2016 entre la Unión Europea y este país fijaba una reducción progresiva de los gravámenes hasta su desaparición total en 2025. De este modo, la fruta sudafricana podrá entrar en el mercado comunitario sin coste arancelario y a precios más competitivos que los productores europeos.
Las organizaciones agrarias La Unió Llauradora y AVA-Asaja advierten de las consecuencias económicas y fitosanitarias que esta situación puede acarrear para la citricultura valenciana. Ambas recuerdan que, en los últimos diez años, el incremento de las importaciones procedentes de Sudáfrica ha coincidido con la llegada de nuevas plagas, como el trip.
Desde la firma del acuerdo, Sudáfrica ya podía exportar naranjas libres de arancel entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre, coincidiendo con el arranque de la campaña española. El acuerdo estableció después la eliminación gradual de la tasa, que en estos años se situaba en torno al 10%. Según el último balance de importaciones elaborado por el Ministerio de Agricultura, las entradas de naranjas sudafricanas en la UE crecieron un 18% en la última década, al pasar de 281.224 toneladas en la campaña 2015/2016 a 334.665 en la de 2024/2025. En el conjunto de cítricos, las compras europeas casi se duplicaron en ese mismo periodo, hasta alcanzar 420.567 toneladas.
Sudáfrica es ya el principal exportador de cítricos a la UE. La naranja concentra el 46% de sus envíos, aunque cada año gana terreno en los pequeños cítricos, en especial en las clementinas, variedad predominante en la provincia de Castellón.
El secretario general de La Unió Llauradora, Carles Peris, advierte de que "la supresión del arancel supone más ventajas para Sudáfrica, que continuamente está teniendo detecciones de plagas en frontera, con falsa polilla y mancha negra, lo que nos preocupa mucho". Peris señala además que el arranque de campaña apunta a un mayor volumen de fruta sudafricana con destino a Europa, lo que podría acentuarse tras la imposición de un arancel del 30% a sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Ante este escenario, las organizaciones reclaman una revisión del acuerdo y controles fitosanitarios más estrictos. De momento, Bruselas ha prorrogado por tres años las medidas de control para evitar la entrada de la mancha negra y de la falsa polilla. En el primer caso, obliga a inspecciones en origen, y en el segundo, a tratamientos de frío en los envíos de naranjas. La Comisión Europea reforzó estas medidas a comienzos de año, rechazando la petición de Sudáfrica ante la OMC para suavizar los protocolos.
Pese a ello, las interceptaciones de cargamentos infectados continúan. Por este motivo, las asociaciones agrarias insisten en la necesidad de reforzar la vigilancia para garantizar que los envíos sudafricanos cumplen las exigencias fitosanitarias de la Unión Europea.
Fuente: castellonplaza.com