La cosecha de aguacates en Israel arranca con perspectivas estables. Se estima que las exportaciones alcanzarán unas 120.000 toneladas, cifras muy similares a las del año anterior, mientras que los precios se mantienen elevados.
Esta situación contrasta con el sector del mango, que sufrió fuertes caídas tras la imposición de aranceles por parte del presidente de EE. UU., Donald Trump, a las importaciones brasileñas. Los productores de Brasil redirigieron sus volúmenes hacia Europa, generando una sobreoferta que redujo las exportaciones israelíes y llevó el precio al consumidor a aproximadamente 0,82 dólares por libra.
Al contrario, los aguacates no están sujetos a aranceles, ya que el abastecimiento estadounidense depende en gran medida de México. Eitan Zvi, consejero delegado de Galilee Export, que gestiona cerca del 40% de las exportaciones israelíes de aguacate, afirma que sigue siendo la fuerte demanda global el principal motor del crecimiento. "Mientras la demanda supere a la oferta, las necesidades del mercado prevalecerán sobre consideraciones políticas", señala. Zvi reconoce boicots aislados en algunos países del norte de Europa, pero asegura que la mayoría de las cadenas de distribución continúan adquiriendo aguacates israelíes.
Para garantizar presencia en el mercado durante todo el año, los exportadores israelíes están ampliando su producción en el extranjero. Así, Galilee Export ha instalado dos fincas en Perú que en total abarcan cerca de 50 hectáreas, destinadas a abastecer Europa fuera de la ventana de cosecha israelí. Por su parte, Granot, en colaboración con el empresario Yaakov Shachar, ha puesto en marcha una gran explotación agrícola en Kenia de 449 hectáreas, con el objetivo de exportar 10.000 toneladas al año.
La competencia en el mercado global crece. Marruecos ha multiplicado por cinco sus exportaciones a Europa en cinco años, pasando de 20.000 a 100.000 toneladas. España ha aumentado su producción en un 35% en solo dos años. Colombia también ha irrumpido en el mercado con aguacates más económicos, aunque preocupaciones en torno a la calidad podrían dificultar su competitividad en Europa a largo plazo.
Israel prosigue su expansión en superficie de cultivo. El sector aguacatero planta entre 800 y 1.000 hectáreas nuevas cada año, elevando la superficie total a más de 15.000 hectáreas. Además, crece la inversión en tecnología. Amir Bachar, consejero delegado de Avocado Gal, anuncia que pronto entrará en funcionamiento una nueva planta de clasificación valorada en 3,2 millones de dólares. Esta instalación incluirá clasificadores inteligentes, cámaras de alta resolución, sistemas automatizados para paletizado y tecnología de última generación para la selección.
Pese a la presión externa derivada de aranceles, excedentes de oferta en otros sectores frutícolas y la competencia emergente de nuevos productores, el sector del aguacate israelí confía en su estrategia: producción internacional, ampliación de superficie y avances tecnológicos para mantener su posición en la competición global.
Fuente: Y Net
