El sector bananero de Costa Rica enfrenta uno de sus periodos más difíciles debido a las condiciones climáticas extremas que han impactado la región Caribe. Según datos de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), durante el primer semestre de 2025 las exportaciones de banano cayeron 20,67% respecto al mismo periodo de 2024, lo que también ha afectado los ingresos de la industria.
De acuerdo con información de la plataforma de monitoreo meteorológico Banaclima, en el segundo semestre de 2024 se registró un acumulado de 1.500 milímetros de lluvia en tan solo tres meses. Este exceso de precipitaciones, sumado a la prolongación de la estación lluviosa durante los primeros meses de 2025, provocó saturación de los suelos y favoreció la proliferación de enfermedades como la sigatoka negra, una de las principales amenazas para los cultivos de banano.
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"Hemos tenido un efecto acumulado de lluvias desde finales del año pasado y principios de este, el cual ha provocado una reducción significativa en la producción de fruta durante el primer semestre", explicó Erick Bolaños, director de asistencia técnica de Corbana.
Bolaños añadió que a este panorama se suman eventos puntuales, como el ocurrido el 14 de agosto: "Fue una especie de vaguada, vientos con mucha lluvia que afectaron toda la región Caribe".
Frente a esta situación, Corbana ha intensificado la asistencia técnica a los productores, enfocando sus esfuerzos en el fortalecimiento de las medidas fitosanitarias para minimizar el impacto en la producción.
"Brindamos un acompañamiento integral al sector, enfrentando los retos del cambio climático con un enfoque basado en ciencia y tecnología", indicó Marcial Chaverri Rojas, gerente general de Corbana. "Se trabaja en el desarrollo de nuevas variedades resistentes y en la capacitación de los productores para mitigar los efectos de las condiciones adversas".
El control de la sigatoka negra es uno de los principales desafíos para el sector. Corbana, a través de sus departamentos de Investigación y Asistencia Técnica, recomienda implementar buenas prácticas agrícolas como la deshoja y la eliminación de tejidos infectados, medidas clave para prevenir reinfecciones y mantener la productividad de las plantaciones.
Para el segundo semestre de 2025, las proyecciones apuntan a reducir en un 5% el déficit de producción, siempre que las condiciones climáticas resulten menos favorables para la propagación de la enfermedad. No obstante, las estimaciones para 2026 sugieren una menor disponibilidad de fruta en comparación con años anteriores, lo que podría derivar en ajustes en los precios del banano en los mercados internacionales.
Para más información:
Erick Bolaños y Marcial Chaverri
Corbana
Costa Rica
Tel.: (506) 4002 - 4700
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