El Comité de Gestión de Cítricos (CGC) describe la situación generada en los últimos años en la UE como de "alerta fitosanitaria permanente". El más reciente sobresalto se ha dado en Grecia, al norte de Atenas, donde las autoridades han alertado estos días de la presencia de la conocida como mosca del melocotón (Bactrocera zonata), muy arraigada en las zonas productivas del primer proveedor extracomunitario de naranjas en campaña de la UE, Egipto. Y lo han hecho solo un año después de identificar también en Grecia otra mosca de la fruta de origen también asiática pero más agresiva y polífaga, la mosca oriental (B. dorsalis). Ambas están reguladas por la UE como "prioritarias". Las incursiones de estos insectos en territorio UE, no identificados en los controles portuarios previos, son cada vez más frecuentes y próximas. Una auditoría de la CE publicada el año pasado confirmó que B. dorsalis sigue expandiéndose de sur a norte, a lo que cabría añadir que B. zonata aún no ha sido erradicada.
© CGC
"Bruselas está reevaluando la regulación y el listado de plagas prioritarias y estas dos moscas de la fruta son candidatas seguras a repetir por su carácter polífago y especial agresividad pero el nivel de vigilancia, de atención a estos organismos es muy dispar según se trate de un estado miembro u otro", advierte la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu. Y mientras tanto, a consecuencia de la situación geopolítica —insiste Sanfeliu— "la CE acelera los procesos de ratificación de nuevos tratados —como el de Mercosur o el de México— que seguro incrementarán el tráfico en fresco y, por tanto, el riesgo desde zonas de especial afección de estas y otras amenazas a la sanidad vegetal aquí desconocidas y que también están reguladas como prioritarias". Sería el caso de la mosca mexicana de la fruta (Anastrepha ludens) —en México— o de la mancha negra (P. citricarpa) y la Xylella fastidiosa —en el caso de Brasil y Argentina—. Sanfeliu añade que el asentamiento de cualquiera de ellas "pondría en cuestión no solo el futuro del sector citrícola, sino de gran parte de los cultivos hortofrutícolas españoles".
En febrero, la CE aprobó un nuevo reglamento para "armonizar" entre los Estados miembros las medidas de prevención (detección precoz) y en su caso, de erradicación.
A este respecto, Sanfeliu pone el acento sobre el trílogo cultivo-plaga-país, que es la base sobre la que la CE analiza el riesgo y toma decisiones en materia de sanidad vegetal en la UE, del caso concreto de Egipto. Este país es el primer proveedor tercero de cítricos de la UE del hemisferio norte —con entre 300.000 y 390.000 toneladas por temporada— y la B. zonata está ampliamente distribuida en sus principales zonas productivas, Alejandría y El Cairo. Las autoridades griegas, de hecho, hacen mención a esta circunstancia en su reciente alerta. En Italia sigue sin ser erradicada oficialmente después de la referida incursión de 2023. "Como ha ocurrido con la falsa polilla (T. leucotreta), quizá sea el momento de estudiar imponer un cold treatment a las importaciones europeas de naranjas de este país", considera Sanfeliu.
© CGC
El CGC insiste que —más allá de las necesarias medidas restrictivas a la importación de frutos que puedan transmitir estas plagas y enfermedades— la política comunitaria en materia de sanidad vegetal debe sustentarse en la prevención. Un informe de CABI —una organización internacional de referencia en esta materia a la que pertenecen más de 45 países de Europa, África, Asia y América y que fue muy tenido en consideración cuando se aprobó precisamente el Reglamento (UE) 2016/2031 sobre plagas prioritarias— es muy claro a este respecto: el retorno de cada euro invertido en prevención y detección precoz de plagas es de 100 euros; cuando el patógeno ya se ha asentado y se inicia un plan de erradicación cada euro gastado solo permite recuperar 25; cuando se acepta convivir con la plaga en cuestión y se aplica un plan de contención ese retorno apenas llega a llega a 5-10 euros. Finalmente, cuando la plaga/enfermedad ya se ha descontrolado y expandido es casi imposible recuperar la inversión.
De ahí que el CGC valore tan positivamente uno de los puntos de la extensión de norma propuesta por Intercitrus, que permitirá financiar un importante paquete de medidas de defensa fitosanitaria y reforzar y ampliar, mediante la firma de convenios con las autoridades competentes en sanidad vegetal de las diferentes comunidades autónomas, los puntos de vigilancia para la detección de este tipo de organismos nocivos ya habilitados por los gobiernos de Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana.
Para más información:
CGC
www.citricos.org