El mercado internacional de la palta atraviesa un escenario de fuertes tensiones marcado por un exceso de oferta. El notable incremento de los volúmenes peruanos, especialmente en Europa y Estados Unidos, está generando una presión a la baja sobre los precios que amenaza la rentabilidad de productores y exportadores a nivel global. Aunque la producción registra cifras récord, el valor de las exportaciones no crece al mismo ritmo, lo que cuestiona la sostenibilidad del sector.
La sobreoferta peruana es la principal causa de este desequilibrio. Entre enero y junio de 2025, las exportaciones superaron las 545.800 toneladas, un 35% más que en el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento ha saturado los mercados europeos, donde la demanda no ha logrado absorber los volúmenes adicionales, dando lugar a acumulación de producto y a una "guerra de precios".
Los datos de agosto reflejan con claridad esta situación: los envíos peruanos aumentaron un 56% en volumen, pero su valor apenas subió un 5%. El precio promedio se desplomó un 33%, hasta situarse en 1,71 dólares por kilo. Países como Italia y España registraron caídas pronunciadas que, según estimaciones del sector, se prolongarán al menos hasta comienzos de octubre.
Tradicionalmente, los precios más bajos se alcanzan entre las semanas 27 y 29 del año, coincidiendo con el pico de cosecha, para luego repuntar hacia la semana 44. Sin embargo, en 2025 no se ha observado la recuperación esperada, lo que hace prever que la mejora no llegue hasta inicios de 2026.
La concentración de las ventas en determinados destinos y calibres ha intensificado el problema. Europa sigue absorbiendo la mayor parte de la palta peruana, con Países Bajos y España representando el 51% del valor exportado en el primer semestre. Esta dependencia aumenta la vulnerabilidad frente a episodios de saturación, más aún cuando buena parte de la oferta corresponde a calibres grandes —muy demandados en el sur de Europa— que han terminado sobrecargando este segmento.
A nivel global, la competencia también se recrudece. México, líder mundial del sector, ha debido liquidar parte de su producción en Estados Unidos a precios muy bajos, presionado por el excedente de otros orígenes. Los productores mexicanos señalan que la palta peruana ha consolidado su presencia en Europa con precios que, en ocasiones, llegan a ser la mitad de los suyos. Paralelamente, Colombia y varios países africanos han intensificado sus envíos, recurriendo igualmente a precios agresivos para ganar cuota de mercado.
De cara al cierre de la campaña, las previsiones son mixtas. Si bien el volumen total de exportación peruana crecerá alrededor de un 30% en 2025, se espera que los precios continúen deprimidos en los próximos meses. Algunos analistas anticipan una ligera recuperación hacia finales de año, favorecida por una menor oferta y una demanda europea más activa en invierno.
La expectativa es que la reducción de volúmenes a partir de enero de 2026 contribuya a mejorar los márgenes de rentabilidad. Además, la reciente apertura del mercado indonesio abre una ventana de diversificación que podría aliviar la presión sobre los destinos tradicionales.
El impacto de esta coyuntura es considerable. Más de 22.000 productores peruanos, muchos de ellos con menos de una hectárea, dependen directamente de este cultivo y se ven expuestos a la volatilidad de precios. La caída de la rentabilidad pone en cuestión el modelo de expansión basado en el aumento de volúmenes.
Para mitigar los riesgos, los expertos sugieren estrategias que incluyen la diversificación de destinos hacia Asia —donde China, Japón y Corea del Sur ya representan cerca del 10% del valor exportado y pagan precios superiores—, la optimización logística a través de infraestructuras como el nuevo megapuerto de Chancay y la apuesta por mayor valor agregado, con énfasis en calidad, diferenciación y sostenibilidad.
De esa manera, la palta peruana podría consolidarse no solo como un producto masivo, sino como una fruta de alto valor en los mercados más exigentes.
Fuente: freshfruit.pe
