Las importaciones de cítricos en España registraron un descenso del 16% en la campaña 2024/25, según el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Entre septiembre de 2024 y junio de 2025, llegaron al país 186.598 toneladas, un 10,2% menos que la media de los últimos cinco años.
Del total, el 56% procedía de países de la Unión Europea (105.036 toneladas), mientras que 81.562 toneladas llegaron de fuera del bloque comunitario. El retroceso de las importaciones extracomunitarias se sitúa en un 18,5% de media en los últimos cinco años, impulsado principalmente por la caída de la naranja egipcia.
El descenso se concentra sobre todo en las naranjas, mientras que los pequeños cítricos —mandarinas y clementinas— han mostrado un crecimiento sostenido en volumen y valor, aumentando su cuota de mercado en diez puntos. Esta tendencia preocupa especialmente a la Comunitat Valenciana y, en particular, a Castellón, epicentro de la producción de clemenules.
Según Carles Peris, secretario general de la Unió, "en ambos casos nos encontramos con países que son puerta de entrada de cítricos extracomunitarios, ya que ni Portugal ni Países Bajos son productores de pequeños cítricos, pero desde sus puertos entran a Europa las importaciones procedentes de terceros".
Entre los países extracomunitarios, Marruecos se consolidó como principal proveedor, con el 48% del total de importaciones y un aumento del 152% respecto a la media histórica. Sudáfrica también incrementó significativamente sus envíos, multiplicando por más de dos sus exportaciones (+240%). Estas importaciones se mantienen por encima de la media durante toda la campaña, reforzando la competencia directa con la producción local.
En Castellón, la presión sobre los productores se nota especialmente en variedades extraprecoces como Clemenrubí y Oronul, cuya comercialización coincide con los meses de septiembre y octubre, mientras que la Clemenules, más tardía, sufre menor competencia debido también a la escasez de fruta, apunta Peris. "Aunque la citricultura valenciana tiene una fuerte vocación exportadora, el mercado nacional ocupa también un lugar destacado y es importante seguir avanzando en la promoción de la IGP Cítricos Valencianos en el mercado interno frente a otros competidores", añade.
En términos económicos, el valor de las importaciones descendió un 8% respecto a la campaña anterior, situándose en 169,24 millones de euros. Este retroceso se debe principalmente al menor volumen comprado, aunque el valor unitario de los pequeños cítricos se mantiene un 73% por encima del promedio histórico.
A nivel autonómico, la Comunitat Valenciana refleja la misma tendencia a la baja: las importaciones pasaron de 138.785 toneladas en 2022/23 a 97.698 toneladas en 2024/25, una reducción cercana al 30% en apenas tres campañas. La creciente presencia de mandarinas de Marruecos y Sudáfrica intensifica la competencia para los productores locales en Castellón.
Fuente: castellonplaza.com
