La recolección de cítricos en Córdoba, especialmente en la zona de Palma del Río, avanza marcada por un descenso significativo de la producción. Según datos de Palmanaranja, se ha cosechado alrededor del 25% del total, con un volumen entre un 30% y un 40% inferior al registrado el año pasado en las variedades recolectadas hasta la fecha.
Aunque la cantidad es menor, los expertos destacan la calidad de la fruta. Las lluvias prolongadas durante la primavera pasada en la Vega del Guadalquivir han favorecido un calibre destacado y altos niveles de dulzor, compensando en parte la reducción de kilos. Desde Asaja Córdoba, aunque destacan la calidad "excepcional" de la naranja, advierten de que todavía es incierto cómo evolucionará el resto de la campaña.
En cuanto a precios de los cítricos, se sitúan ligeramente por encima de la campaña anterior, pero muchos productores consideran que no alcanzarán a equilibrar la menor producción. La competencia internacional añade presión: naranjas procedentes de países como Sudáfrica y Egipto presentan costos más bajos y estándares diferentes, lo que, según los representantes del sector, genera condiciones de competencia desiguales.
La disponibilidad de mano de obra sigue siendo un factor crítico, sobre todo para mantener la eficiencia en la recolección. Sindicatos como CTA y UGT señalan que persisten irregularidades laborales, como el trabajo "a destajo" encubierto bajo el pago por jornada. También alertan sobre la situación de los trabajadores migrantes, muchos de ellos sin regularización ni alojamiento digno, cuya presencia resulta indispensable para la campaña.
Por su parte, la naranja ecológica avanza a un ritmo constante. Palmaecológica indica que se ha recolectado cerca del 20% de la cosecha, con precios de 43 céntimos por kilo para consumo en fresco y 38 céntimos para industria. A pesar de ser uno de los principales productores de España, el mercado interno sigue siendo un desafío, con Málaga como la provincia de mayor consumo, impulsada por el turismo extranjero.
En conjunto, la campaña 2025 en Córdoba muestra un panorama desigual: menos cantidad de fruta, calidad elevada y retos tanto comerciales como laborales, que condicionan la rentabilidad y la planificación del sector citrícola.
Fuente: diariocordoba.com