¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber

España: La culpa no fue del pepino, pero ¿ahora qué?

El pasado 25 de mayo, hace poco menos de cinco meses, explotaba la crisis. La senadora de Sanidad del Estado de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, soltaba la bomba ante una nube de periodistas ansiosos de respuestas ante los primeros casos de infección grave por E.Coli en el país germano. Se había encontrado la bacteria en tres pepinos importados de España. Desde ese instante, nuestro país se convirtió, sin ninguna base –hecho posteriormente más que confirmado encontrando la causa en brotes de soja cultivados en el propio país germano– en el foco de las críticas, y por ende, el sector hortofrutícola español quedaba tocado. Una ardua labor que se había labrado durante años para mostrar al mundo una mercancía de calidad, quedaba de un día para otro hecha pedazos. Las preguntas que nos planteamos cinco meses después son: ¿Cuáles han sido realmente las pérdidas durante la campaña de verano para nuestras empresas? ¿Qué se está haciendo para recuperar la imagen y confianza de nuestras frutas y hortalizas? ¿Se ha aprendido la lección para que nunca vuelva a ocurrir en el marco de la UE algo como lo ocurrido con la crisis de la 'E. Coli'? ¿Tenemos la suficiente fuerza en Bruselas para defender los intereses de nuestros productores?


Más información
Fecha de publicación:

Artículos relacionados → Ver más