Un año después del brote de EHEC, todos tienen en cuenta las preocupaciones de seguridad de los alimentos. La epidemia se atribuyó inicialmente a los pepinos, tomates e incluso colesl. Con el tiempo, el culpable resultó ser una semillas germinadas de Egipto que contienen una variedad de E.coli que causan agotamiento nervioso, incluso en pocos minutos, insuficiencia renal y la muerte.
La legislación de la U.E. está siendo modificada (por ejemplo 2073) después de un año, especialmente con especificaciones en microbiología. Pero, a pesar de la mejora de estas regulaciones, es aún aconsejable la discreción.
La industria es consciente de los microorganismos (patógenos) que causa la enfermedad. Sin embargo, otros factores como el deterioro de los alimentos, también son un riesgo. Con el objetivo de vender productos, la fecha de caducidad se prolonga de forma continua, pero si hay cambios de temperatura en algún momento, entonces la probabilidad de que se dañe está siempre presente. Por otra parte, está el uso de pesticidas. No siempre son suficientes las herramientas para medir los residuos, tales como los Límites Máximos de Residuos (LMR).
Otro tema tomado en cuenta es el embalaje. Cada vez más a menudo se prueban materiales que tienen contacto con alimentos para ver si hay algún peligro de contaminación.
En resumen, la seguridad alimentaria es una preocupación constante que merece la atención de toda la industria.
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