El director ejecutivo de Seeka, Michael Franks, ha dicho que el movimiento surgió a raíz de las pérdidas millonarias de los productores de kiwis, ya que la PSA destruyó las plantaciones.
El señor Franks ha dicho que el Informe Sapere, que ha investigado las circunstancias de la llegada de la PSA a Nueva Zelanda, muestra que la bioseguridad del país permitió la entrada de material vegetal de kiwi al que no debería habérsele permitido cruzar la frontera.
Fuente: radionz.co.nz (en inglés)