El origen de todo está el proyecto Lycomleon, una investigación llevada a cabo por el Departamento de Ciencias de la Vida y Biotecnología de la Universidad de Ferrara, que permitirá a la empresa certificar el alto contenido en licopeno de las sandías Cuoredolce, garantizado por su análisis fruta por fruta mediante el método NIR.
Marco Malvasi (en la foto), propietario de la empresa homónima situada en Poggio Rusco y creador de la marca Cuoredolce, añade: "Los primeros resultados fueron muy alentadores y justifican la inversión en este producto, interesante tanto en el mercado nacional como en el extranjero".
"Hemos elaborado un envase especial de entre 4 y 6 piezas de fruta y, gracias al código QR de la etiqueta, se garantiza la total trazabilidad del producto. Además, el calibrador y el medidor del nivel de azúcar son de última tecnología, por lo que podemos garantizar cualquier aspecto de las frutas".
"Se trata de una edición limitada para nuestros mejores clientes en los centros de comercio mayorista y en las principales cadenas de distribución. Es una producción de nicho para para el mercado nacional, pero sobre todo para el mercado del norte de Europa, que es muy exigente y cuidadoso en cuanto a los requisitos nutracéuticos y sanitarios de las frutas y las hortalizas", concluye Marco Malavasi, que también confía en el sello que la Universidad de Ferrera otorgará al producto.
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Società agricola Malavasi ss
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Correo e.: [email protected]
Web: www.cuoredolce.it