Un enorme número de semillas de tomate han sido introducidas de contrabando en Israel por un turista francés que llegó en avión y sin permisos de importación. El contrabandista fue detectado por los funcionarios de aduanas en el Aeropuerto Internacional Ben Gurión. Los funcionarios sorprendieron al turista con alrededor de 4.000.000 de semillas de tomate con un peso total de 17 kilos y un valor aproximado de 53.200 euros. Las semillas no habían sido declaradas y el turista entró en Israel por el pasillo verde (nada que declarar).
El asunto fue trasladado a los inspectores de los servicios de protección e inspección de la flora y al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, quienes iniciaron una investigación. Durante el interrogatorio inicial, se descubrió que el turista era el representante de una empresa productora de ketchup que había introducido de contrabando las semillas para la empresa. Cabe destacar que los inspectores del Ministerio de Agricultura y Desarrollo rural se esfuerzan al máximo para evitar la infiltración de nuevas enfermedades que no existen en Israel y que podrían causar daños a la agricultura y a la fauna y flora locales.Los daños causados por la infiltración de nuevas enfermedades pueden observarse en varios niveles: daños directos a la agricultura, los animales y las piscifactorías, daños indirectos a la infraestructura, a los seres humanos, daños ecológicos y bloqueo de los canales de exportación existentes y nuevos, contaminación medioambiental y contaminación de los productos agrícolas.
La enfermedad puede infiltrarse de tres modos. Desde los países vecinos: las enfermedades pueden transferirse desde su lugar natural hasta un lugar cercano de forma activa (en avión) o pasiva (viento, agua, erosión y transferencia vía animales salvajes, etc.). En envíos de plantas comerciales: todos los envíos comerciales que llegan a Israel son inspeccionados por agencias profesionales al menos tres veces.