La cosecha de alfalfa, que había sido cultivado cerca de la ciudad de Royal City, contenía trazas del rasgo Roundup Ready de Monsanto, una modificación genética que permite a las plantas tolerar mayores cantidades de pesticidas. Aunque las semillas de Monsanto pueden aportar más rendimiento a los agricultores, sesenta y cuatro países de todo el mundo prohíben la importación de cultivos modificados genéticamente, y el productor de Washington desconocía que estuviera cultivando alfalfa modificada genéticamente.
Esta es la segunda vez en los últimos meses que se ha rechazado la exportación de una cosecha por descubrirse que está contaminada con semillas genéticamente modificadas de Monsanto. En mayo, se descubrió trigo "Roundup Ready" en los campos de un agricultor de Oregón, lo que obligó a muchos países asiáticos a suspender la importación".
En noviembre tendrá lugar una votación en Washington para decidir si aprobar una iniciativa que demanda el etiquetado de los alimentos modificados genéticamente, y ahora el descubrimiento de la alfalfa modificada genéticamente se ha convertido en un tema central de la campaña para aprobar la propuesta electoral. "Hay sesenta y cuatro países en todo el mundo que ya exigen el etiquetado y los consumidores estadounidenses se merecen el mismo derecho", asevera George Kimbrell, director ejecutivo de la organización sin ánimo de lucro Center for Food Safety. "Cuando estos envíos se rechazan, esos mercados [de exportación] se pierden. Ya no vuelven", subraya Kimbrell.
Aunque el USDA autorizó la alfalfa “Roundup Ready” en 2011, muchos agricultores aducen que cada vez es más complicado evitar la contaminación cruzada porque el cultivo lo polinizan las abejas. De hecho, muchos productores dicen que hasta el momento de la cosecha no saben si su alfalfa contiene organismos modificados genéticamente, cuando ya es demasiado tarde.
Fuente: nydailynews.com