Esta situación, comenta Álvaro Irarrázaval de VIASA Food quien conoce muy bien el mercado Ruso, exportando más de 700.000 cajas de diversos países de Sudamérica a dicho mercado por más de 7 años, fue provocada por contratiempos como el exceso de humedad relativa, las lluvias en época de floración y cosecha, menos mano de obra calificada, problemas de riego, etc., no solo afectando a las exportaciones al mercado ruso, sino también a las dirigidas a otros mercados tradicionales de destino, por lo que el sector es consciente de que la reputación de la Uva chilena de cara a la próxima campaña está en juego.
Por otro lado, es importante recalcar que en el caso de Rusia se dio una especial situación de sobreoferta de uvas de Chile en épocas que no suele haber mucho volumen (Thompson, Red Globe y Crimson) y de la gran oferta que usualmente no competían tanto con Chile como las de Sudáfrica, Argentina, India, Egipto, pero "dada la debilidad de las chilenas empezamos a competir con fruta mucho más barata y sana, bajando los precios estrepitosamente de las primeras", afirma Álvaro Irarrázaval G., de Viasa Food. "Pero me atrevo a comentar que muchos importadores rusos también se aprovecharon de la situación adjudicando todo a problemas de calidad. Los precios, después de la Red Globe Peruana nunca repuntaron y así con todas las uvas durante toda la temporada sudamericana, haciendo bajar más aun el precio. Creo que la calidad, obviamente afectó el precio, pero la alta especulación de los rusos sumando con todo lo anterior, provocaron
Este año, como muchos saben, las protagonistas han sido las fuertes heladas que han afectado a toda Sudamérica y han causado cuantiosos daños en la industria. En cualquier caso, Álvaro Irarrázaval es optimista al respecto y espera que las pérdidas de volúmenes de exportación de uvas no superen el 10-15%, ya que si bien las variedades Flame, Superior y Thompson incurrieron pérdidas significativas, solo éstas últimas preocupan más por su alta demanda en Rusia. La Red Globe y Crimson salieron bastante mejor paradas y junto a un trabajo serio por parte de los proveedores veremos menos fruta, pero de mejor calidad que la temporada pasada. Lo anterior obviamente dependerá de “un clima favorable” hasta las cosechas.
Según Álvaro, es esencial tener en cuenta que “la fruta quemada (cuando se queman los brotes de las yemas primarias) no crecerá y que los chilenos pondrán más cuidado en los envíos de la restante fruta sana (con buena poda, fertilización, o riego sacando del estrés a la planta) y/o de las yemas secundarias (que siempre son de inferior calidad mandándolas a mercados más cercanos), ya que saben que finalmente sufrirán problemas comerciales de no hacerlo. Además, los mercados de exportación, como el ruso, ya ha comentado en la última Feria World Food Moscow 2013 que la próxima temporada realizarán inspecciones más exhaustivas en destino, por lo que la calidad y condición de la uva deberán ser las adecuadas”.
Dada la situación, y aunque todavía es pronto para calcularlos con exactitud, es una garantía que los precios alcanzarán niveles más altos en las variedades que han sufrido mayores pérdidas, ya que el porcentaje de fruta de buena calidad será menor. En cualquier caso, Álvaro asegura que éstos no podrán superar determinados límites, ya que, por ejemplo, el mercado ruso no paga más de 22-23 dólares FOB por la variedad Thompson de Chile.
Por otro lado, las pérdidas de volumen para ciruelas y kiwis se han cifrado en un 65% a 80% respectivamente. Esto causará un enorme impacto en el mercado ruso, que es un gran cliente del kiwi chileno. En cuanto a las Manzanas, todavía habrá que esperar a Enero para conocer con exactitud el alcance de los daños, aunque se estiman en algo más de un 10 o 15%.
Finalmente, Álvaro explica que "
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