La PSA es una enfermedad bacteriana que aqueja a las cepas de kiwi. Esta enfermedad es la mayor amenaza para la industria neozelandesa del kiwi, según John Holwerda, productor de kiwis de Nueva Zelanda. "Hemos injertado la nueva variedad Sun Gold de kiwi y hemos seguido programas de pulverización recomendados para combatir la PSA", dice. "El viento, la lluvia y las heladas son las principales causas de propagación de la PSA en nuestros huertos y necesitábamos probar algo nuevo", añade John. La solución fue un ambiente cerrado.
"La PSA es una bacteria y todas las bacterias tienen flagelos y necesitan humedad para poder moverse por la superficie de la planta y poder entrar en las hojas", explica Holwerda. "Esta fue la bases del desarrollo de un sistema de túneles de plástico para proteger a las cepas del viento, las heladas y la lluvia. Los productores de invernadero en todo el mundo han demostrado que un ambiente protegido puede ser de mucha ayuda a la hora de combatir esta enfermedad bacteriana".
El sistema de tejado de plástico que se está probando ahora se eleva hasta tres metros sobre el follaje y se puede construir sobre huertos de kiwis ya existentes. "Se trata básicamente de un invernadero de plástico, la PSA puede seguir en las plantas, pero se le priva de las condiciones de humedad en las que se reproduce, por lo que no sigue diezmando la planta protegida", señala Holwerda.
Holwerda añade que las pruebas también se están realizando en Italia y que se están llevando a cabo experimentos utilizando cubiertas contra el granizo y cubiertas de plástico. En una prueba con la variedad Hort 16A de Zespri, las plantas bajo mallas contra el granizo mostraron una infección significativa y la mayoría de la cosecha se perdió; sin embargo, bajo las cubiertas de plástico se espera que hasta el 98 por ciento de la fruta puede cosecharse. Los mismos resultados se esperan también en Nueva Zelanda. "Aunque las cubiertas suponen un capital inicial elevado, los beneficios, en particular de la producción del kiwi Sun Gold, justifican esta nueva tecnología y parece una opción viable para proteger a la industria del kiwi contra contra su mayor amenaza".
"Es una tecnología nueva, por lo que se necesitarán más investigaciones para ayudar a los productores a comprender cómo cultivar en este nuevo ambiente. Los productores han comenzado a instalar cubiertas y este año se han construido 30 hectáreas sobre diferentes variedades, altitudes y sistemas de producción, por lo que deberíamos adquirir experiencia pronto", concluye Holwerda.