Cuenta que cuando el Gobierno estadounidense presentó cargos contra Jensen Farms en Holly, Colorado, donde supuestamente los procedimientos negligentes permitieron el crecimiento de la bacteria, él reiteró la necesidad de mejorar las medidas de seguridad.
Ahora, algunos productores del estado dijeron que había que cumplir normas más allá de lo exigido por la ley. Hirakata añade: "Nos hemos reunido y todos los miembros de nuestra asociación de productores Rocky Ford deben tener una auditoría de la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) —una auditoría externa—, una anunciada y otra no anunciada".
Las fincas estadounidenses productoras de cantalupos deben contar con equipo de lavado y enjuague, y algunos gestores de seguridad alimentaria in situ. Los expertos en seguridad alimentaria afirman que todavía hay mucho que hacer para garantizar que un brote devastador de listeria como el de 2011 no se vuelva a repetir jamás.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) han intensificado sus programas de educación de agricultores locales en la región sobre seguridad de los productos desde el brote de listeria. Marisa Bunning, profesora asociada de Seguridad Alimentaria en la CSU, señala: "La contaminación microbiana de los alimentos y hortalizas frescos es una de las cuestiones más desafiantes de la salud pública hoy en día. No tenemos las respuestas correctas". Bunning añade que una buena seguridad alimentaria no necesita de tecnología sofisticada, sino de conocimientos de técnicas básicas para detener la propagación de los gérmenes.
Aunque el brote de listeria condujo a la mejora de los procedimientos de seguridad, algunos agricultores de melón de Colorado han dicho que muchos clientes siguen desconfiando y que es probable que los problemas de seguridad sigan afectando a la industria en los próximos años.
Fuente: channelnewsasia.com