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¿Es el kiwano la respuesta a los problemas nutricionales de África?

El deseo de Dorothy Luvai de producir melones africanos espinudos o kiwanos (Cucumis metulíferus) empezó en 2008 debido a su ansia de conseguir un cultivo que generase ingresos. "Provengo de una zona agrícola y quería producir algo diferente del cultivo de maíz habitual que se produce en Kitale".

Localmente conocido como tunda nyanya, pepino cornudo, pepino silvestre o kiwano, una única cepa puede producir hasta 30 frutos, especialmente durante las estaciones cálidas. La fruta se reproduce después de 28-45 días, entonces necesita dos semanas para alcanzar la madurez y, si se recolecta cuando todavía no está madura del todo, madura totalmente en dos o tres días. El beneficio que Dorothy obtiene ahora es más de lo que ganaba como maestra de primaria en una escuela.

"El fruto es fácil de cultivar, puesto que no requiere el uso de fertilizantes, es resistente a plagas y los animales no pueden comérselo por sus espinas. Se puede utilizar estiércol de vaca para añadir nutrientes al suelo en el que se cultiva", explica. Luvai añade que el melón africano puede comerse tierno, cuando madura en verde y cuando termina de madurar (amarillo brillante o naranja), "cuanto más naranja, más maduro y más dulce está el fruto". También puede usarse en cocina. Según Luvai, esta fruta puede almacenarse a temperatura ambiente durante unos 10 días.

Ya hay planes en marcha para presentar el melón africano a los productores de Uganda, con la posibilidad de presentarlo para su cultivo en invernadero, ya que muchas partes del país no son favorables para el fruto.

El kiwano tiene muchos valores nutricionales y variados usos gastronómicos. De acuerdo con el Dr. Kichwen, el melón africano es una gran fuente de vitamina C, potasio y hierro. El pigmento verde-amarillento de las semillas y la pulpa contienen vitamina A (betacarotenos), que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y reparan y protegen el ADN, reduciendo así la velocidad de envejecimiento. La vitamina A también fortalece la salud de los ojos y la piel. Otros minerales que también se pueden encontrar en el kiwano, aunque en menor cantidad, son el magnesio, fósforo, calcio y sodio. 

Además, sus semillas contienen ácidos grasos como el ácido linoleico, que es uno de los ácidos grasos omega 6. También contienen algunas trazas de vitamina E, responsable de la salud de la piel y el funcionamiento adecuado del corazón, ya que neutraliza los radicales libres que pueden causar enfermedades cardiovasculares y cáncer. La vitamina E, además, ayuda en la formación y fortalecimiento de los músculos, los nervios y fomenta la formación de glóbulos rojos en la sangre.

Una investigación de la OMS describió al melón africano como un fruto altamente nutritivo que podría proveer los nutrientes y micronutrientes necesarios para combatir las deficiencias y enfermedades nutricionales que afectan a África y a otras regiones en desarrollo.

Lo que es más, puesto que la mayor parte de la población del continente africano vive por debajo del nivel de pobreza y no es capaz de adquirir los nutrientes y suplementos necesarios, el kiwano sería una opción más barata.

Luvai espera que el melón africano sea acogido y aceptado y que, con el tiempo, se convierta en una fruta básica, no sólo en Kenia y Uganda, sino también en toda África subsahariana, lo que ayudaría a impulsar la seguridad alimentaria en el continente.

Fuente: allafrica.com
Fecha de publicación: