Una innovadora aproximación a la agricultura podría generar grandes beneficios económicos en Europa
Freshfel Europa y Aprifel coordinaron el debate político en el Parlamento Europeo. Presentado por la eurodiputada Anthea McIntyre (autora del informe “El futuro del sector hortofrutícola europeo: estrategias para el crecimiento), el evento reunió a varios miembros del Parlamento Europeo, funcionarios de la Comisión Europea, expertos en salud y nutrición, así como representantes de la producción fresca.
Los beneficios del consumo de frutas y verduras son conocidos desde hace tiempo y son los únicos productos de alimentación recomendados como tales en los manuales de dietética. El incremento del consumo de fruta y verdura es un componente crucial de una dieta saludable y desempeña un papel principal en la prevención y reducción de los principales costos económicos, sociales y personales causados por enfermedades no transmisibles (NCD, por sus siglas en inglés). El consumo de frutas y hortalizas, junto con otras mejoras dietéticas, es beneficioso para la salud y la longevidad, reduce el impacto de las desigualdades socioeconómicas, reduce los costes médicos y está reconocido por el Banco Mundial y la Oficina Europea de la OMS como un factor crucial para el crecimiento económico óptimo en Europa.
El doctor Godfrey Xuereb (OMS) apunta: “Es alarmante que, en muchos países miembros de la UE, el consumo de frutas y hortalizas esté por debajo de las recomendaciones mínimas de la OMS de 400 gramos al día por persona. Los jefes de Estado y los Gobiernos de las Naciones Unidas consideran el incremento en el consumo de frutas y hortalizas uno de los retos objetivos para 2025”.
Los datos del Control Anual de Consumo de Freshfel muestran que el consumo de una pieza de fruta u hortaliza por día y persona se ha perdido en el transcurso de la última década. Philippe Henri, presidente de Freshfel, confirma: “En estas circunstancias, es necesario que los políticos unan fuerzas con los científicos y el sector para revertir esta tendencia. Deben considerarse nuevos esfuerzos políticos para prevenir un deterioro mayor ”.
El profesor Philip James, del Equipo Especial Internacional de la Obesidad, también ha sido firme al respecto: “Es el momento perfecto para cambiar las políticas agrícolas y alimentarias de Europa para incrementar los beneficios económicos, y es mucho más importante hacerlo ahora en tiempos de crisis, que hacen que las dietas a menudo se deterioren más”.