Participantes del seminario “Impacto socioeconómico del 'Fusarium' en la banana Cavendish en la región Asia-Pacífico”. En la mesa: el Dr. Patricio S. Faylon, de la PCAARRD; el Dr. Yu-Tsai Huang. de la FFTC; el Dr. Agustin B. Molina, de Bioversity International; y el Dr. Chih-Ping Chao, presidente de la BAPNET
Muchas explotaciones de la región de Davao se habían visto gravemente afectadas por la TR4, pero el alcance de los daños y de la epidemia no estaba claro. “No me había dado cuenta de que el problema del Fusarium se ha propagado ya como un incendio”, lamenta el Dr. Molina, coordinador regional de Bioversity International-Asia, Pacific and Oceanic. Antes había intervenido Remigio García, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Bananas de Mindanao (MBFEA), que informó de que alrededor del 39% (5.900 hectáreas) de las plantaciones de Cavendish de sus miembros había resultado infectado, de las que 3.000 hectáreas habían sido abandonadas.
La Asociación de Productores y Exportadores de Bananas de Filipinas (PBGEA), que incluye grandes actores de la industria, ha admitido que sus plantaciones también se han visto afectadas por la enfermedad, pero todavía no se conocen los datos exactos. Durante el seminario, se pintó una situación negativa cuando desde la asociación se dijo: “Si no se realizan intervenciones rigurosas, la rápida propagación de la enfermedad puede acabar con la industria exportadora de bananas en cinco años”.
En ese caso, sin lugar a dudas, habría repercusiones sociales y económicas para millones de filipinos que dependen de la industria. Según la PBGEA, suponiendo una media de cuatro agricultores por hectárea de tierra, alrededor de 220.000 trabajadores perderían su trabajo, con una pérdida anual de salarios de un total de 42.300 millones de pesos filipinos. Potencialmente, 66.000 familias de una media de cinco miembros cada una perdería su sustento a causa de esta enfermedad epidémica.
En un estudio realizado por Bioversity con Lapanday Foods Corporation (empresa privada de exportación de bananas sita en Davao City), el DA-BAR y la PCAARRD, algunas variedades de Cavendish han mostrado resistencia a la TR4. En particular, las GCTCV (Giant Cavendish Tissue Culture Variants) introducidas por Bioversity desde Taiwán han mostrado una alta aceptación en el mercado internacional gracias a que su sabor es más dulce que el de la variedad habitual; aunque los racimos son un poco menores que los de la susceptible variedad comercial. Estas nuevas variedades son opciones viables para los pequeños productores independientes de bananas Cavendish, que son los más afectados por esta enfermedad epidémica debido a que su capacidad técnica y sus infraestructuras son limitadas en comparación con las de los grandes actores de la industria.
Bioversity, en colaboración con las instituciones de investigación del Gobierno local, está promocionando de forma activa estas variedades en Filipinas. Al menos veinte pequeños productores de Cavendish cultivan ahora estas variedades. Este proyecto incluye la validación de protocolos de producción y de protocolos poscosecha y de mercado.
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Bernadette P. Joven
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