Las ventas cayeron un 0,7 por ciento tras un aumento revisado del 0,3 por ciento en el mes anterior, según el Instituto Nacional de Estadísticas ha informado en Río de Janeiro. Esa cantidad está por debajo de la previsión media de un incremento del 0,4 por ciento de 29 economistas encuestados por Bloomberg y por debajo de lo estimado por todos los analistas excepto uno.
Las ventas en junio cayeron por primera vez desde que Brasil comenzó a ser sede del Mundial de fútbol. La inflación truncó el objetivo del Gobierno en junio después de que el Banco Central concluyera el ciclo de crecimiento más largo del mundo. Los analistas predicen que la economía este año atravesará su crecimiento más lento desde la recesión de 2009.
“El efecto del Mundial está empeorando la caída, pero yo creo que si excluimos el efecto del Mundial, lo que se ve es que el consumo se está desacelerando", afirma Luciano Rostagno, estratega jefe en el Banco Mizuho do Brasil SA. “No esperábamos que las ventas minoristas fueran tan débiles. Esto revela que el consumo está perdiendo fuelle en Brasil".
Los tipos swap con cierre en enero de 2017 descendieron cuatro puntos hasta el 11,64 por ciento. El real se revalorizó un 0,5 por ciento hasta 2,2712 por dólar estadounidense.
Alimentos
Las ventas de alimentos, bebidas y tabaco en los hipermercados y supermercados aumentaron un 0,6 por ciento tras un descenso revisado del 0,1 por ciento en mayo.
Precios al consumidor
Los precios al consumidor aumentaron un 6,52 por ciento en el año con cierre en Junio, lo que superó el techo de previsión del Gobierno, antes de moderarse a un 6,5 por ciento en julio. El Banco Central persigue una inflación del 4,5 por ciento, aproximadamente dos puntos porcentuales.
"Seguimos creyendo que los indicadores macroeconómicos en Brasil apuntan a un crecimiento sano de la demanda a largo plazo, pues la tasa de desempleo ha alcanzado niveles históricamente bajos", señala Michael Todman, presidente de Whirlpool Corp. (WHR) .
La tasa de desempleo de Brasil era del 4,9 por ciento en abril, la tasa más baja para el mes, y los datos más recientes, pues una huelga en el Instituto de Estadísticas ha impedido la publicación de los datos de mayo y junio.
Ventas minoristas
Las ventas minoristas en junio aumentaron un 0,8 por ciento desde el año pasado, frente a una previsión media de una expansión del 3,5 por ciento. El índice minorista más amplio, que incluye automóviles y materiales de construcción, cayó un 6,1 por ciento con respecto al año anterior, frente a un cálculo medio de un descenso del 2 por ciento.
"El modelo de crecimiento basado en el consumo está agotado", explica Jankiel Santos, economista jefe en el Banco Espirito Santo de Investimento SA.
La confianza del consumidor en Brasil según la Fundación Getulio Vargas aumentó en junio por primera vez este año, y volvió a hacerlo en julio. Por el contrario, la confianza de la industria continuó con su descenso hasta el nivel más bajo jamás registrado por la Confederación Nacional de la Industria.
Recesión técnica
Los economistas encuestados por el Banco Central el 8 de agosto redujeron su previsión de crecimiento por undécima semana consecutiva hasta el 0,81 por ciento. Eso supone menos de un tercio de la expansión del 2,5 por ciento prevista el año pasado.
"Hay muchas posibilidades de entrar en recesión técnica en Brasil ya en el segundo trimestre, señala Rostagno, del Banco Mizuho. "Si eso no sucede —digamos que no tenemos una revisión a la baja en el primer trimestre— las débiles cifras minoristas de junio crearán un mal impulso para la economía en el tercer trimestre".
Fuente: bloomberg.com