"Los miembros del instituto son los guardianes del Commission Model System (sistema de modelo de comisión) en el que descubrimos el precio en tiempo real en los mercados mayoristas de Sudáfrica. Ahora también hay grandes oportunidades para el resto de África, básicamente, hay un buen equilibrio sostenible tanto para los productores como para los consumidores", explica Grant.
Existen 23 mercados nacionales de productos hortofrutícolas frescos que están representados por el instituto. Actualmente, la industria está valorada en alrededor de 14.000 millones de rands y hay unos 100 agentes de comercialización que trabajan en todo el país.
"Sudáfrica atravesó una desregulación hace veinte años y nuestro sistema único es herencia de aquella época. Durante los últimos años hemos estado reposicionándonos en la industria. Ahora, los mercados mayoristas compiten entre sí comprando y vendiendo entre mercados en ubicaciones regionales, algunos mayoristas compran en Johannesburgo y lo transportan a Ciudad del Cabo".
Los agentes comerciales procuran directamente de los productores. Desde el punto de vista mayoristas, también tratan con los agricultores, pues los intermediarios cobran un margen y también procuran para el sector minorista.
Desde la desregulación, se ha abierto la puerta a una competencia feroz, pero, según Grant, esto garantizará la integridad del sistema a largo plazo y la presencia de agentes en él.
"La mayoría de los grandes minoristas cuentan con sus propia cadena de suministro integrada y no compran a los mercados, pero Fruit and Veg City son grandes partidarios de los mercados y, además, tienen una cadena de suministro integrada. Se trata de agregar estructuras, lo bueno de los mercados es que están situados de forma estratégica, tenemos desde comerciantes informales hasta formales y un gran número de compradores, lo que ofrece a los productores un mercado de confianza", explica Grant.
Durante los últimos tres años, el instituto ha estado muy activo en la comercialización, y Gran Admite que hubo un periodo de declive debido básicamente a que no hacían suficiente comercialización.
"Si se piensa, hay una ventaja sostenible, ya estamos allí, ya contamos con una buena infraestructura, que también se está mejorando. Por supuesto, existen dificultades, en Sudáfrica hay que hacer muchos trámites burocráticos, pero yo he visto que con la privatización y cambiando las reglas, los cambios pueden producirse un poco más deprisa, y si el Gobierno confiara un poco más en nosotros y se diera cuenta de nuestra importancia, vería que es preciso reformar algunos aspectos de nuestra infraestructura para poder hacer de este un centro de distribución de bajo coste".