El tiempo no es el único obstáculo al que han hecho frente las piñas de Hawái este año. "El precio de las piñas durante el pico de la temporada fue bajo y el coste de producción en Hawái es relativamente alto, lo que da lugar a un mercado complicado". Al contrario que compañías competidoras como Dole, Hawaii Pineapple Company vende principalmente de forma local debido a la gran demanda de sus productos, pero los bajos precios de la costa oeste y los altos costes de envío hasta Norteamérica continental también dificultan la exportación. "Los programas Air Freight y Fed-Ex se limitan a los Estados Unidos y, debido a los altos costes de envío más los requisitos de importación, no enviamos mucha cantidad a Canadá o Japón".
La mayor parte del mundo consume un tipo de piña fresca que se plantó por primera vez en Hawái en los años 70. Esa variedad se conoce comúnmente como MD-2, es más ácida y tiene un sabor agrio, frente a la piña híbrida menos ácida Sweet GoldTM. Hawaii Pineapple Company es la última explotación de piñas del estado de escala comercial poseída y dirigida por una familia y, para sobrevivir, Bowden echa mano de métodos para cultivar piñas en las que predomine el sabor sobre el tamaño. "Nuestras selecciones de variedades, condiciones de cultivos y métodos de cosecha nos permiten ofrecer nuestras piñas de la marca Hawaiian Crown Sweet GoldTM, que son muy especiales, con un sabor de auténticas piñas frescas de campo distinto al que se suele ofrecer.
Aunque cultivar piñas de forma ecológica en Hawái no ha sido viable económicamente, Bowden combina técnicas ecológicas y convencionales en su plantación. "Cuando aprenden las técnicas ecológicas, puedes aplicarlas a otros programas para hacer que los productos sean más seguros y sabrosos, al mismo tiempo siendo más sostenibles y respetuosos con el medioambiente".