Otro producto de nicho en estos momentos es la pamplemusa, ya que la producción es pequeña y los precios al principio también son buenos, pues llegan antes de la campaña china. "La temporada para nosotros siempre empieza durante la primera semana de septiembre con la pamplemusa roja; una o dos semanas después, llega el pomelo fresco", asegura Ziv.
Explica que, en el valle israelí donde se cultiva la fruta, las plantaciones de cítricos, especialmente las clementinas Orri, están actualmente al alza. Hace unos 10 años, hubo una enorme crisis en el negocio de los pomelos; un huracán arrasó Florida en 2003 y sacudió la industria en todo el mundo. "Los precios se dispararon de 10 € a 15 o 17 €, ya que no había pomelos. Como resultado, hubo una gran cantidad de plantaciones nuevas por todo el Mediterráneo, en países como Israel, España y Turquía, y cuando estos llegaron todos a la máxima producción, hubo otra crisis, que es a la que nos hemos estado enfrentando durante los últimos 4 o 5 años. Es difícil decir qué ocurrirá a largo plazo, pero las cosas pueden cambiar muy rápido".
En este contexto, uno de sus objetivos, a pesar de las dificultades que conlleva por culpa de las barreras fitosanitarias vigentes, es exportar la fruta a China, pero el objetivo principal de BeFresh, según Ziv, es seguir siendo competitivos y continuar centrándose en la calidad y el valor añadido, ya que "nunca se podrá competir con los costes de producción de Egipto o Turquía. Así es como se crea una ventaja".
Aunque BeFresh Europe se centra sobre todo en los cítricos, también trabaja con varios otros productos, como caquis, pimientos, granadas, mangos y melones, y la situación es diferente dependiendo del producto. Ziv señala, por ejemplo, que en el mercado del caqui, "actualmente dominado por España, este año hay muy pocas cosechas, así que se espera que los precios sean muy buenos". En todo caso, insiste en que la estrategia global de la compañía no es proporcionar volúmenes grandes por sistema, sino ofrecer la mejor calidad posible.